24/11/11

Un amor con final a la colombiana

La ópera prima del director Colbert García retrata la vida de un joven que se ve envuelto por la tragedia de los falsos positivos
Lady —interpretada por Linda Baldrich— y Ronald —personificado por Francisco Bolívar— son los protagonistas de ésta, la historia de un amor inconcluso. Cortesía: 8ymedio producciones. fuente:elespectador.com

"Esta no es una historia sobre los 'falsos positivos'. Es sobre jóvenes sin oportunidades". Así se refirió, en diálogo con El Espectador, el cineasta Colbert García a su ópera prima, Silencio en El Paraíso, la cual se estrenará en los teatros del país este viernes.

Es un largometraje cargado de imágenes sobre la Colombia que a veces nos negamos a ver, aquella de los barrios marginados y las trochas. Una película que no recurrió a los recursos de siempre para retratar la pobreza y la violencia que sufre nuestro país. "No hay sangre, no hay hechos violentos, no hay vulgaridades", resaltó García. "Esta es una historia honesta y sencilla: la del amor que viven Ronald y Lady, que por culpa del destino queda inconclusa. Los cuentos de amor terminan de muchas maneras, pero éste es a la colombiana".

El Paraíso, el lugar donde se desarrolla, es un barrio con mucho polvo y pocos árboles, donde las casas se encaraman una encima de otra. Allí sus pobladores luchan por salir adelante. Hay ladrones y carniceros, prostitutas y publicistas. No, en realidad sólo hay un publicista: Ronald —interpretado por el actor Francisco Bolívar—.

Este joven se gana la vida a punta de megáfono. Su voz retumba por todo el barrio y sus cuñas, afirma él, son un éxito. "El Paraíso, el único lugar donde la gente quiere estar una encima de otra", así promueve Ronald el motel del sector.

En ese mismo lugar vive Lady —personificada por la actriz Linda Baldrich—, una joven estudiante que enloquece a Ronald y que según él es la razón por la cual El Paraíso se llama así. El publicista intenta una y otra vez acercarse a ella, pero no lo logra. "Es ciertamente un protagonista muy intenso", dice jocosamente García. No obstante, sus esfuerzos dan resultados y entre Lady y él surge un amor inocente que se sostiene a punta de cartas de amor y poesía.

Sin embargo, no todo es color de rosa para Ronald: empieza a quedarse sin clientes y se ve obligado a buscar otro trabajo. Es entonces cuando el protagonista, en su afán de conseguir cómo sobrevivir, queda envuelto por una tragedia que cambiará su vida, la de Lady e, incluso, la de todo un país: el drama de los 'falsos positivos'.

De acuerdo con el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), en los últimos 23 años se presentaron en Colombia 951 casos de ejecuciones extrajudiciales —también conocidas como 'falsos positivos'—, que han dejado 1.741 víctimas.

La modalidad de estos atroces delitos fue casi siempre la misma: personas de bajos recursos —como Ronald— fueron engañadas con promesas de una vida mejor, transportadas a regiones alejadas de su lugar de origen, asesinadas y presentadas como guerrilleros muertos en combate. Por estos hechos, varios uniformados han sido condenados. García quiso narrar la vida de una víctima de este horrible crimen.

"Colombia es pasión, sí, pero es también tristeza y dolor. El cine tiene que mostrar todas las facetas de lo que somos", explica García. Y agrega que si algo lo motivó a hacer esta película, fue la necesidad de que la sociedad colombiana reconozca sus propias tragedias. "Mientras no exorcicemos nuestros fantasmas, no vamos a poder crecer como sociedad", resaltó García con aire vehemente.

La película, que ya se estrenó en los EE.UU., se rodó en apenas tres semanas y tuvo como locación el deprimido sector de Tres Esquinas, límite entre la localidad de Ciudad Bolívar y el municipio de Soacha. Allí, García y su equipo se mimetizaron con el barrio. De hecho, aclara el cineasta, "al elegir el reparto busqué actores que se pudieran insertar fácilmente en todo este ambiente del barrio y que no se vieran impuestos".

Silencio en El Paraíso contó con el apoyo de varias agencias internacionales, entre ellas el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), que reconocieron en esta película una obra honesta y que, sin mucho tiempo ni un gran presupuesto, mostró parte de la cruenta realidad que vive nuestro país.

Es claro que ningún espectador se va a quedar sin tener algo que decir con respecto a esta obra. Francisco Bolívar, su protagonista, la ha visto más de diez veces y en todas ha llorado. También la vieron algunos militares, unos la rechazaron y otros la aplaudieron. "Se dieron cuenta —dice García— de que no es contra nadie y que en ella nunca se dice o se hace entender que los falsos positivos fueron promovidos por la institucionalidad".

"El tema de los falsos positivos no es nada fácil y sé que esta película generará mucha controversia. Pero a mí me anima que eso suceda, que el país se ponga a conversar al respecto sobre este problema", concluye García.

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