28/12/10

El director de cine Jafar Panahi, condenado a seis años de prisión en Irán

Este año, no pudo participar como jurado en el Festival de Cannes porque se encontraba encarcelado. La sentencia le prohíbe hacer películas, escribir guiones o viajar al extranjero en los próximos 20 años

El director de cine Jafar Panahi, condenado a seis años de prisión en Irán.foto.fuente:lavanguardia.es

El cineasta iraní Jafar Panahi ha sido condenado a seis años de prisión y se le ha prohibido hacer cine, escribir guiones o viajar al extranjero en los próximos 20 años, informó su abogada, Faride Gheirat.

La abogada, citada por la agencia local iraní Isna, señaló que el director ha sido acusado de conspiración y propaganda contra el gobierno. Además de la pena de prisión, a Panahi se le ha prohibido realizar películas, escribir guiones, viajar al extranjero y dar entrevistas a medios de comunicación locales o extranjeros, según Gheirat.

La abogada indicó que "seguramente" presentarán una apelación y se solicitará la revisión de la sentencia. Junto a Panahi ha sido condenado, también a seis años de prisión, el joven realizador Mohammad Rasoulof, por los mismo cargos de conspiración y propaganda contra el Gobierno iraní.

Antes de su detención y condena, Rasoulof participaba en el rodaje de una película, según precisó su abogado, Iman Mirzadeh, que anunció que recurrirá la sentencia.

Panahi, de 50 años fue detenido a finales de febrero y pasó 80 días en una cárcel iraní, de la que salió el 25 de mayo, tras pagar una fianza de 160.000 euros (unos 212.000 dólares).

El cineasta había sido arrestado cuando se hallaba en su domicilio, junto a amigos y familiares con los que compartía una velada. Según fuentes de la oposición, en aquel momento fue acusado de estar en proceso de preparación de una película sobre el movimiento opositor verde -el color del partido liderado por Mir Husein Musaví-.

Tras 80 días encerrado en una celda de la cárcel teheraní de Evin, Panahi comenzó una huelga de hambre para demandar acceso a un abogado, visitas de su familia y un juicio.

Cinco días después, recibió la visita de su abogada, su mujer, sus dos hijos y del fiscal general de Teherán, Jafar Abbas Dolatabadi. El 25 de mayo fue liberado aunque a la espera de juicio ante el tribunal revolucionario de Teherán.

Alumno aventajado de su compatriota Abbas Kiarostami, es uno de los artistas e intelectuales iraníes que han mostrado su apoyo al movimiento de oposición reformista que denunció el pasado verano un amplio fraude electoral en la reelección del presidente, Mahmud Ahmadineyad.

Ganador del León de Oro en Venecia en 2000 por 'The Circle', este año fue invitado a participar como jurado del Festival de Cannes, función que no pudo cumplir al encontrarse encarcelado en aquel momento.

El cine francés se moviliza en defensa de Panahi

22/12/10

Dan Brown se transformará en guionista para adaptar "El símbolo perdido"

El exitoso autor de El código Da Vinci por primera vez se encargará de adaptar su propia obra para llevarla al cine

Dan Brown vendió más de un millón de copias de El símbolo perdido el mismo día en que salió a la venta.foto:EFE.fuente:emol.com

Si bien es la tercera novela de su saga que llega el cine, con "El símbolo perdido" el escritor Dan Brown por primera vez se ocupará personalmente de adaptarla al formato de guión para la pantalla grande.

El autor de "El código Da Vinci" y "Ángeles y demonios", que pasaron de ser bestsellers en las librerías a superproducciones de Hollywood, por primera vez se convertirá en guionista para adaptar su propia obra para ser filmada, según informa "The Hollywood Reporter".

Se trata de la tercera novela que recoge las aventuras de Robert Langdon, el profesor de Harvard experto en simbología, que ha sido interpretado en dos ocasiones por Tom Hanks, quien ya confirmó que repetirá por tercera vez el rol.

Lo que aún no está del todo claro es quién se encargará de dirigir la cinta. Ron Howard, quien filmó las dos primeras partes, participará como productor ejecutivo junto a Brian Grazer, pero no ha confirmado que en esta ocasión se volverá a poner detrás de las cámaras.

Akiva Goldsman fue el guionista que adaptó "El código Da Vinci" y luego colaboró con David Koepp para "Ángeles y demonios". Steven Knight, nominado a un Oscar por "Promesas del este" ("Eastern Promises"), inicialmente había sido el encargado de adaptar "El símbolo perdido", pero al final dejó libre su posición.

"El símbolo perdido" demoró menos de un día en vender más de un millón de copias en librerías y también en ediciones digitales.

17/12/10

Blake Edwards fallece a los 88 años

El director de clásicos de la comedia como La pantera rosa o El guateque era considerado como uno de los máximos referentes del género

Blake Edwards posa con el Oscar honorífico que le fue entregado en 2004.foto:AP.fuente:elpais.com

El cineasta estadounidense Blake Edwards, uno de los últimos grandes clásicos de Hollywood, director de películas como La pantera rosa o Desayuno con diamantes, murió hoy a los 88 años en Brentwood (California), según dijo su representante. Edwards fue uno de los grandes directores de comedias, responsable de la serie de la Pantera Rosa o de obras maestras de la risa, como El Guateque.

A lo largo de su carrera, que comenzó en los años cincuenta y terminó en los noventa, dirigió 46 películas, aunque sus últimos títulos importantes datan de finales de los años ochenta. Desayuno con diamantes, tal vez la comedia romántica más famosa de la historia del cine con una inolvidable interpretación de Audrey Hepburn, y la serie de la pantera Rosa, en la que Peter Sellers alcanza la cumbre de su capacidad cómica, son sus títulos más famosos, pero su carrera, larga y prolífica, está llena de cintas inolvidables: La carrera del siglo, Operación Pacífico, el drama sobre dos alcohólicos Días de vino y rosas, Victor o Victoria, El guateque -¿Cómo olvidar al camarero que se bebe hasta el agua de las macetas o el elefante con pintadas?- o, incluso, 10, la mujer perfecta -inolvidable, no por su calidad, sino por el éxito que logró cuando ya era un veterano-.

Edwards consiguió alargar la serie protagonizada por el desastroso inspector Clouseau hasta ocho películas, aunque solo las que protagonizó Peter Sellers alcanzan la categoría de obra maestra. La primera, La pantera rosa, estrenada en 1963, se convirtió inmediatamente en un éxito mundial. Aquella película selló una de las más prolíficas alianzas cinematográficas que se recuerdan: tras su trabajo conjunto en Desayuno con diamantes, Edwards volvió a colaborar con el músico Henry Mancini, uno de los mejores creadores de melodías de Hollywood. Al igual que Moonriver, que Audrey Hepburn canta en el rellano de la escalera y suena mientras se come un croissant ante el escaparate de Tiffany's en la Quinta Avenida, el tema de la Pantera Rosa es una melodía que todos somos capaces de tararear.

16/12/10

Antes del ciberpunk

Tron es la forma embrionaria de esa poética que tuvo su acta fundacional en la publicación del Neuromante de William Gibson en 1984

Un fotograma de Tron, la película de 1982.foto.fuente:Revista Ñ

En 1981, un joven empleado de la Disney fue invitado por dos de sus compañeros al visionado de una espectacular escena de un futuro estreno del estudio: era la carrera de las motos de luz de Tron, proyecto que los animadores veteranos del lugar contemplaban con marcada suspicacia. Para ese joven empleado, la experiencia fue una revelación. Era John Lasseter y las imágenes del pionero trabajo de Steven Lisberger galvanizaron su imaginación: el futuro de la animación, intuyó, iba a ser digital. Sus jefes no tardaron en echarle de patitas a la calle, asustados por su vehemente entusiasmo, pero, años después, sería Lasseter, al frente de Pixar -su utopía hecha realidad-, quien se haría con las riendas del imperio Disney.

Tron puede colgarse, así, la medalla de haberle despertado la vocación al padre de Toy story, pero, 28 años después de su estreno, la película es relevante por muchas otras cuestiones. Fue una propuesta visionaria que simuló ser la primera superproducción de animación de síntesis, cuando, en realidad, era una astuta filigrana híbrida, donde se combinaban gráficos virtuales con eficaces trucos fotográficos analógicos: una fantasía de neón, que enraizaba su mitología en esas salas de juegos recreativos usadas por la emergente industria del videojuego como campo de pruebas para sus futuros lanzamientos.

Fundador de su propia compañía de animación independiente -los Lisberger Studios Incorporated-, el director de Tron había formado a futuros animadores de la talla de Brad Bird y Roger Allers antes de desembarcar en la Disney con su inusual propuesta. Los talentos combinados de Moebius (Jean Giraud) y el diseñador Syd Mead -aún fresca su labor en el diseño de producción de Blade Runner- le permitieron articular una suerte de misticismo tecnológico donde, de manera algo ingenua y rudimentaria, se adelantaban algunas de las propuestas de esa sensibilidad ciberpunk que, un año después del estreno de Tron, ya se iba a afirmar como uno de los más influyentes fenómenos culturales de finales del siglo XX. Aunque sea faltar a la precisión -pues la importancia de Blade Runner como fuerza inspiradora fue mayor-, podría afirmarse que Tron es la forma embrionaria de esa poética que tuvo su acta fundacional en la publicación del Neuromante de William Gibson en 1984.

La Academia decidió negarle a Tron la nominación al Oscar por sus efectos especiales: por aquel entonces, los guardianes de las esencias consideraron que usar ordenadores equivalía a hacer trampas.

14/12/10

La infancia traumática de las 'Divas Rebeldes'

Cristina Morató retrata los duros principios de grandes mujeres de los cuarenta María Callas, Coco Chanel, Audrey Hepburn o Jackie Kennedy

La actriz Audrey Hepburn.foto.fuente:ADN.es

Una infancia trágica llena de soledades, abandonos, secuelas de la guerra, divorcios o pérdidas de seres queridos marcaron la vida de "divas rebeldes" como María Callas, Coco Chanel, Audrey Hepburn o Jackie Kennedy, que se convirtieron en iconos de una época que no se entendería sin ellas.

Auténticos mitos del siglo XX por su talento, belleza y personalidad, e imágenes de la moda, el misterio y el glamour fueron y siguen siendo admiradas por miles de mujeres y hombres, "aunque ellas detestaban ser tratadas como estrellas", según Cristina Morató, autora de Divas rebeldes.

En obras anteriores, como Cautiva en Arabia o Las Reinas de África, Morató rescató del olvido a grandes viajeras y aventureras de la historia, pero este es un libro distinto aunque en él también comparte "la fascinación por unas mujeres rebeldes y poco convencionales", comentó la autora.

Publicado por Plaza Janés, la obra tiene su origen en unas biografías escritas para la revista ¡Hola! que la periodista ha revisado y ampliado.

"Me pareció interesante seguir investigando y presentar el lado más humano de unas mujeres que, a día de hoy, siguen siendo auténticos iconos del glamour, de la elegancia y que, sin embargo, tras leer sus biografías y memorias he descubierto que eran mujeres de carne y hueso", que vivieron grandes fracasos, sobre todo en sus matrimonios.

Detrás de "rutilantes divas" como María Callas, Coco Chanel, Andrey Heburn, Jackie Kennedy, Eva Perón, Wallis Simpson y Barbara Hutton "hay unas mujeres curiosamente solitarias, vulnerables, acomplejadas por su físico, que se creían patitos feos, y ese es el aspecto que a mí como periodista más me ha interesado mostrar".

Trauma infantil como factor de éxito

El objetivo de Morató no ha sido escribir biografías oficiales sino poner especial atención en los primeros años de la vida de mujeres que vivieron una infancia traumática "marcada por la falta de afecto, por el abandono de los padres. Una infancia muy solitaria y en algunos casos muy dramática".

La investigación de Morató se ha centrado en esos años menos conocidos y que marcaron a estas divas. "Coco Chanel reconoció que nunca hubiera llegado a ser quien era si no hubiera tenido una infancia trágica", recuerda la autora.

Estas desgracias conformaron unas personalidades muy fuertes y, al mismo tiempo, un rechazo a unos orígenes que en ninguno de los casos fueron felices."Mi enfoque en este libro es esa mirada, ese indagar en el lado humano y descubrir que todas coinciden en ello".

Pero éste no es el único punto en común de las divas de Cristina Morató ya que, en su opinión, les une también que fueron mujeres muy rebeldes y muy adelantadas a su tiempo, los años cuarenta.

"Se enfrentaron a los convencionalismos y a muchos prejuicios de una época. Incluso Audrey Hepburn que parece tenía un carácter más dócil fue una mujer rebelde. En una época de actrices voluptuosas tipo Marilyn Monroe, no quiso usar hombreras, realzar su pecho o utilizar tacones potenciando su aire andrógino en un acto de rebeldía".

Presentes en la historia como iconos del glamour y el buen gusto, las Divas Rebeldes fueron "fieles a si mismas, cada una en su estilo. Eran auténticas, lo que no quiere decir que no mintieran sobre su pasado".

Más allá de esa imagen de diosas, las páginas del libro van descubriendo a unas mujeres con un pasado, que detestan ser tratadas como estrellas y que defienden su intimidad, "mujeres como Jackie Kennedy que no soportaba el acoso de la prensa, y que no se consideraban estrellas".

En la selección de estas siete divas, la autora ha querido mostrar mujeres de ámbitos muy distintos, desde el cine hasta la política o la moda, para así hacer un mosaico y "describir una época, la de los años cuarenta".

En esta selección se han quedado fuera "divas maravillosas", como Greta Garbo o Marlene Dietrich, así como Liz Taylor y Lauren Bacall, "las dos divas que continúan vivas. Cuando desaparezcan se irá con ellas una época, la de esas diosas con fuerte personalidad, supervivientes de golpes muy duros".

El siglo XXI también tiene sus divas, pero estas son muy diferentes de las que trata el libro de Cristina Morató. "Les falta glamour y misterio. Son sobre todo mujeres que triunfan en el mundo de la música pop, como Madonna o Lady Gaga. Las divas del siglo XXI son las reinas de internet, de los videoclip o de facebook".

13/12/10

Tesla, el hombre que inventó el siglo XX

La fascinación por su figura se cuela en obras de Auster, Echenoz y Pynchon y en Megamind

Nikola Tesla en su laboratorio de Colorado Springs en una imagen tomada con sobreexposición para impactar.foto.fuente:lavanguardia.es

Un genio. Un visionario. Un mago. Un loco. Un nuevo Prometeo. Incluso, para algunos, un habitante del planeta Venus arribado para iluminar -literalmente- la Tierra. Yes que Nikola Tesla, un serbio nacido en Smiljan, en la zona croata del antiguo imperio austrohúngaro en 1856, y fallecido ya como ciudadano estadounidense en Nueva York en 1943, fue capaz de alumbrar la época moderna, la era de la electricidad, con las ventajas de su corriente alterna. Pero también creó o puso la semilla de muchos inventos que han configurado el siglo XX, desde el radar y la robótica a la radio y los rayos X. Pese a lo cual, murió pobre, cuidando palomas heridas en habitaciones de hoteles que no pagaba.

Pero si su época no le reconoció, el tiempo lo ha convertido en un mito. En un nuevo héroe que si ya fascinaba a los creadores hace años - un protagonista de El Palacio de la Luna de Paul Auster se transforma tras conocer a Tesla, y David Bowie le daba vida en el filme El truco final-,hoy vive un momento álgido: Jean Echenoz le dedica su última novela, Des éclaires - donde inventa todo lo que será usado en siglos venideros-;es un personaje clave de Contraluz,de Thomas Pynchon, que publica Tusquets; en su figura se inspira el protagonista de Megamind,nuevo éxito de Disney; Jim Jarmusch le compone una ópera; y acaba de aparecer en España la biografía Nikola Tesla. El genio al que le robaron la luz (Turner), de Margaret Cheney. La frase "a Tesla le robaron" se ha visto hasta en la pizarra de House.excéntrico que hablaba de señales de otros planetas y de inventos alucinantes, pero no siempre fue así. Cheney dice en su biografía que era obsesivo - calculaba el volumen de cada plato antes de comérselo, necesitaba siempre 18 servilletas sobre la mesa y se alojaba en habitaciones cuyo número fuera divisible por tres-,pero también brillante y encantador. Era célibe, gran amigo de Mark Twain y frecuentador de la alta sociedad - la hija del banquero Morgan se enamoró de él-,pero también misántropo y a veces cruel, especialmente con los obesos. Un hombre entregado a la ciencia pero a la vez víctima de certeras premoniciones, como la muerte de su madre, Y, sobre todo, un genio oscurecido porque su multiplicidad de ideas y relativo interés por el dinero provocaba que fueran otros los que materializaran en patentes su talento.

De la radio a la robótica.
Y es que Tesla fue mucho más que el impulsor de la corriente alterna: sus múltiples descubrimientos e intuiciones fueron más allá del electromagnetismo. Algunos tan adelantados que quedaron en teorías. Desde la radio - Marconi utilizó numerosas patentes suyas y EE.UU. reconocería su paternidad después de fallecer-al radar, la robótica, el control remoto, los computadores - muchos científicos que han trabajado en ordenadores se han encontrado al registrar una patente con las otorgadas a Tesla, dice Cheney-,los rayos X, los velocímetros, centrales geotérmicas, aviones de despegue vertical, lámparas fluorescentes... por no hablar de sus ideas para armas teledirigidas, muros defensivos de energía e incluso el rayo de la muerte,un pulso electromagnético que derribaría aviones a kilómetros de distancia y que en manos de todos los gobiernos habría traído la paz mundial. Un rayo que muchos creyeron detrás de las miles de hectáreas arrasadas en 1908 en Siberia.

La batalla contra Edison.
Tesla podía haber acabado sus días como un archimillonario gracias a los ingresos por sus patentes sobre la corriente alterna. Pero había renunciado a ellos para que el empresario Westinghouse pudiera extender esa corriente por el país en dura pugna contra la corriente continua de Edison, que ofrecía menos ventajas pero ya había comenzado a implantarse. La batalla fue espectacular: como antes habían hecho contra el gas, los colaboradores de Edison iban por el país achicharrando perros y caballos para demostrar los peligros de la corriente de Tesla... convirtiéndose en precursores de la silla eléctrica. Pero la inquina había comenzado antes. Cuando Tesla llegó de Europa pidió trabajo a Edison, el cual le prometió 50.000 dólares si rediseñaba sus rudimentarios generadores. Cuando lo hizo y exigió el pago, Edison le dijo: "¡Qué poco ha aprendido del humor americano!". No es extraño que Tom McGrath, el director de la película de animación Megamind,cuente que se inspiró en estas batallas para sus personajes. "Edison era el héroe, el famoso, pero tenía un lado oscuro. Tesla fue el que hizo que todo sucediera, pero fue denigrado por Edison. Megamind tiene incluso un aspecto físico inspirado en Tesla y su guarida es una planta de energía". Al final, la corriente alterna se impondría y, como imaginó Tesla ya a los 12 años, él diseñó la primera planta hidroeléctrica para las cataratas del Niágara.

Telecomunicación global.
Pero Tesla no paró nunca. Sus ideas se agolpaban. Y sus fracasos en materializarlas serían muchos. El más amargo, dejar inconclusa por falta de fondos su enorme torre de Wardenclyffe, en Long Island, que le tenía que haber permitido contrastar sus ideas sobre la transmisión de telefonía, radio y energía globales sin cables a través de las capas altas de la atmósfera. Tesla imaginó, en 1900, un centro de radio mundial que ofrecería todos los servicios de los que disfrutamos hoy: redes de radioteléfonos conectados entre sí, boletines sobre la actividad bursátil, receptores de bolsillo, comunicaciones privadas o un servicio radiofónico de noticias. Lo llamaba el sistema mundial de transmisión de inteligencia y le pidió dinero al banquero Morgan. No le dijo inicialmente que soñaba en enviar también energía abundante para todo el mundo. Cuando se lo explicó, no le ayudó más. De hecho, la novela Contraluz,de Pynchon, imagina una conspiración de los millonarios de la época contra sus amenazas al orden energético existente.

¿Utopía?
Para su biógrafa, las aspiraciones de Tesla rayaban en lo utópico: un planeta sin hambre ni fatigas, donde todos pudieran comunicarse con sus semejantes y las condiciones meteorológicas fueran menos imprevisibles, con energía inagotable... Pero inasequible hasta el final, para Tesla lograrlo sólo era cuestión de tiempo: "El futuro pondrá las cosas en claro y a cada quien en su sitio según sus méritos. El presente les pertenece (a sus enemigos). El futuro, que es en realidad para lo que yo trabajo, será mío".

Una ópera sobre Tesla por Jim Jarmusch

No será la primera ópera sobre Tesla porque ya se realizó una en Australia hace siete años de la mano del compositor Constantine Koukias, Tesla-Lightning in his hand (Tesla, el relámpago en su mano), pero sin duda tendrá bastante más repercusión, aunque sólo sea porque es el director de cine Jim Jarmusch el que está al frente del nuevo proyecto.

Jarmusch ya jugaba con Tesla en algunos momentos de su película Coffee & Cigarettes,donde un prsonaje se quedaba embobado mirando una bobina de Tesla, un transformador de alto voltaje, y decía que sin el genio de origen serbio el mundo no sería ni sonaría igual. Pero ahora le va a dedicar una ópera entera cuyo estreno está previsto para otoño de 2013 y que crea junto al compositor Phil Klein.

Tesla,dice Jarmusch, será una ópera "sobre este hombre de increíbles dones del cuál entendemos poco, y de los años que pasó en el bajo Manhattan. El principal personaje de la pieza será su espíritu, su deseo de inventar y de hacer un mundo mejor. Su destino fue trágico, pero su espíritu fue heroico. Como en la ópera barroca, mezclaremos hombres y dioses, lo natural y sobrenatural. La producción será esencial y simbólica, enraizada en el sugestivo poder de la imagen y el sonido. Vívidas alucinaciones triunfarán sobre hechos aburridos. Porque la realidad es la de los sueños, memorias y mitos". Y el peculiar conjunto musical para esta ópera estará constituido por "un cuarteto de cuerda, cuatro guitarras eléctricas, teclado y un pequeño coro infantil. Y la puesta en escena utilizará la luz y la sombra", remarca el director.

6/12/10

García Márquez festejó los 25 años de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano

La celebración se realizó en el marco del Festival de Cine de La Habana

El escritor colombiano Gabriel García Márquez y su esposa, Mercedes Barcha durante la inauguración del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano 2010.foto:EFE.fuente:elespectador.com

La Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL), presidida por el escritor colombiano Gabriel García Márquez, celebra este sábado su 25 aniversario dentro del marco del Festival de Cine de La Habana, con la presencia del premio Nobel de Literatura en la isla.

Los ejecutivos de la Fundación ofrecieron este sábado una rueda de prensa para anunciar sus últimos proyectos, y también está prevista una gala cultural a la que deben asistir fundadores, cineastas y funcionarios en su sede en La Habana.

La directora de la Fundación, la cubana Alquimia Peña, agradeció a la "gran comunidad de cineastas latinoamericanos que hicieron posible esta obra", y en particular resaltó el "empeño" de sus "gestores y animadores principales", el ex presidente cubano Fidel Castro y el colombiano García Márquez, quien no asistió a la conferencia.

Peña recordó que la FNCL surgió como una entidad regional para trabajar por el "desarrollo, la integración y la preservación" del cine latinoamericano, y en los últimos 25 años involucró a varias instituciones del continente en su labor.

Como muestra del trabajo más reciente de la institución, se presentó la versión bilingüe de la Multimedia del Cine y el Audiovisual Latinoamericano y Caribeño, que será distribuida a partir de enero próximo, y el último paquete del proyecto DocTV Latinoamérica.

Impulsado por el propio García Márquez, la segunda edición de DocTV Latinoamérica reúne una serie de 14 documentales inéditos realizados por cineastas de la región, que en los últimos meses han sido trasmitidos por 18 televisiones públicas con el apoyo de una "red de instituciones".

Su coordinador general, el argentino Germán Calvi, resaltó que se trata del "mayor desafío cultural hecho de esta manera en el continente" , y añadió que para la tercera edición ya se cuenta con un fondo de 1.400.000 dólares.

La FNCL también ha anunciado que ya se prepara para celebrar en 2011 los 25 años de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de La Habana, considerada su proyecto académico más importante, y de donde han salido muchos de los actuales cineastas de la región.

Creada el 4 de diciembre de 1985, la FNCL es una institución privada y no lucrativa que también gestiona plataformas regionales de investigación e información, edita varias publicaciones especializadas, promueve concursos y mantiene una sala de cine en la capital cubana.

3/12/10

Jean-Luc Godard

"Europa existe desde hace mucho tiempo, no había necesidad de construirla como lo hemos hecho"

Jean-Luc Godard: 80 años y tan campante.foto.fuente:elcultural.es

A sus ochenta años de edad, que cumple hoy, Jean-Luc Godard sigue siendo la gran autoridad moral del cine moderno. Este año ha estrenado nueva obra, Film Socialisme (el día 17 en salas españolas), se ha publicado una controvertida biografía suya y ha plantado a Cannes y Hollywood. En esta amplia entrevista, habló con la revista "Les Inrockuptibles" sobre derechos de autor, cine, política y la muerte.

El cineasta nos recibe en su casa de Suiza para una entrevista provocadora e íntima. Bienvenidos a Rolle. Rolle no es precisamente el centro del mundo. Tan sólo un pequeño pueblo un tanto tristón pegado al lago Lehman, a 40 kilómetros de Ginebra. No sólo eso, también es un paraíso para millonarios que no pagan sus impuestos en casa. Para el simpático taxista que nos conduce hasta allí desde la estación de Ginebra esta geografía del dinero no tiene ningún secreto: "¿Ve la mansión que está debajo de la colina? Esa es la de Michael Schumacher. Y allí vive Peter Ustinov. Phil Collins no anda muy lejos...".

¿Y Godard? "Una vez un japonés se subió al taxi y me preguntó lo mismo. Le dije que sí, que sabía dónde vivía Godard porque lo había llevado una vez. Lo conduje hasta la puerta, se bajó, hizo tres fotos y me pidió que lo devolviera a la estación. ¡Hasta en Japón saben quién es Godard!". Aunque quizá el cineasta sea el habitante de la región más mítico, Godard no vive en Rolle por el mismo motivo que sus célebres vecinos.

Domiciliado en Francia, allí sigue pagando sus impuestos. Vive en Suiza porque nació allí y no puede prescindir de "ciertos paisajes", nos dirá en una entrevista en la que, como todo en su persona, todo es muy... panorámico. Durante cuatro horas, en su despacho un tanto espartano, muy funcional, justo al lado de su sala de trabajo, donde hay media docena de pantallas y las estanterías rebosan con decenas de DVD y VHS, de donde extrae sus citas, hablamos de historia, de política, de Grecia, de la propiedad intelectual, de cine por supuesto, pero también de cosas más íntimas, como la salud o el miedo a la muerte.

-¿Por qué puso ese título, Film Socialisme?
-Siempre tengo títulos de antemano, que me dan una indicación sobre las películas que podría rodar. Los títulos preceden toda idea de una película. Es un poco como un "la" en la música. Como los títulos nobiliarios o los títulos de banco. Más bien títulos de banco. Comencé solo con "Socialismo", pero a medida que avanzaba me parecía menos satisfactorio. La película se podría haber llamado perfectamente "Comunismo" o "Capitalismo". Pero se produjo un azar muy divertido: al leer un pequeño documento de presentación que le había hecho llegar, donde el nombre de mi productora Vega Film precedía a "Socialismo", el filósofo Jean- Paul Curnier leyó "Film Socialismo" y pensó que ése era el título. Me escribió una carta de doce páginas explicándome cuánto le había gustado. Me dije que debía de tener razón y decidí llamarlo Film Socialisme. De esta manera, rejuvenecía un poco la palabra.

-¿El crucero en el Mediterráneo viene de Homero?
-Al principio pensé en otra historia que sucedía en Serbia, pero no acababa de funcionar. Entonces se me ocurrió la idea de una familia en un garaje, la familia Martin. Pero eso no era suficiente para sostener un largometraje, porque la gente se hubiera convertido en personajes y habría sido una película como cualquier otra que se hace en Francia: una madre con sus hijos, con sus diálogos y sus estados de ánimo.

Geometría antigua
-Precisamente, los miembros de esa familia se parecen a los personajes de una película de ficción ordinaria.
-Sí, quizá... Pero no del todo. Las escenas se interrumpen antes de que se conviertan en personajes. Son más bien estatuas. Estatuas que hablan. Si hablamos de estatuas, pensamos: "Esto viene de otros tiempos". Y si decimos, "otros tiempos", entonces se empieza un viaje, te embarcas en el Mediterráneo. Así surge el crucero. Había leído el libro del polemista de principios de siglo Léon Daudet El viaje de Shakespeare. En ese libro, seguimos el trayecto en barco del joven dramaturgo, cuando aún no había escrito una línea. Todo eso vino poco a poco.

-¿De qué manera trabaja para que todo encaje?
-No hay reglas. Tiene que ver con la poesía y la pintura, y con las matemáticas. Con la geometría antigua, sobre todo. La necesidad de componer figuras, de dibujar un círculo alrededor de un cuadrado, de trazar una tangente. Es geometría elemental. Y si es elemental, hay elementos. Entonces muestro el mar... Voilà. No es realmente algo descriptible, sino más bien asociaciones. Y si uno dice asociación, puede decir socialismo. Si hablamos de socialismo, podemos hablar de política.

-Por ejemplo de la ley Hadopi, la cuestión de las descargas ahora penalizadas, de la propiedad de las imágenes...
-Estoy en contra de la ley Hadopi, por supuesto. No hay propiedad intelectual. Estoy en contra de la herencia, por ejemplo. Que los hijos de un artista puedan beneficiarse de los derechos de una obra de sus padres... no me parece mal hasta que alcanzan la mayoría de edad... Pero después no me parece muy normal que los hijos de Ravel perciban los beneficios por los derechos de su Bolero...

-¿Usted no reclama ningún derecho a quienes utilizan las imágenes de sus películas?
-Por supuesto que no. De hecho ya lo hacen muchos artistas y lo cuelgan en Internet, aunque por lo general sea bastante malo. Pero no tengo la sensación de que me estén robando. Yo no tengo Internet. Anne-Marie (Miéville, su compañera y también cineasta) sí navega. Aunque en mi película hay imágenes que vienen de Internet, como ésas de los dos gatos que están juntos.

Derechos de autor
-¿Para usted no hay diferencia de status entre esas imágenes anónimas de los gatos que circulan por Internet y los planos de El gran combate de John Ford que usted también utiliza en Film Socialisme?
-No veo por qué hay que hacer una diferencia. Si tuviera que responder legalmente por la apropiación de esas imágenes, contrataría a dos abogados para que actuaran de formas distintas. Uno defendería el derecho de cita, que apenas existe en el cine. En literatura se puede citar extensamente. En el libro sobre Henry Miller que escribió Norman Mailer hay un 80% de Miller y un 20% de Mailer. En la ciencia, ningún científico paga derechos por utilizar la fórmula elaborada por un colega. Esto es un derecho asumido que en el cine, sin embargo, no existe. El derecho de autor realmente no tiene razón de ser. Yo no tengo derechos. Al contrario, tengo deberes. Por tanto, en mi película hay otro tipo de préstamos, no citas, simplemente extractos. Como una inyección que recoge una muestra de sangre para ser analizada. Este sería el argumento de mi segundo abogado. Él defendería, por ejemplo, el plano de las trapecistas tomado de Les Plages d'Agnès. Ese plano no es una cita. Yo no cito el filme de Agnès Varda: me beneficio de su trabajo. Es un extracto que yo cojo, que incorporo en un momento muy concreto como ocurrencia que simboliza la paz entre Israel y Palestina. Este plano, yo no lo he pagado. Y si Agnès me pide dinero, estimo que deberíamos pagarle una cantidad justa. Es decir, una cantidad proporcional al presupuesto de mi película, al número de espectadores a los que llega...

-¿Por qué prefiere utilizar imágenes de Varda para expresar la paz en Oriente Medio a rodar usted sus propias imágenes?
-Me pareció que la metáfora en la película de Agnès estaba muy bien.

-Pero ella no le dio ese significado...
-No, por supuesto. Soy yo quien lo construye recontextualizando esas imágenes. En ningún momento pensé en ser fiel a ese sentido original. Simplemente, esas imágenes me parecieron perfectas para lo que yo quería decir. Si los israelíes y los palestinos montaran un circo e hicieran un número de trapecio juntos, las cosas serían muy distintas en Oriente Medio. Estas imágenes muestran para mí un acuerdo perfecto, exactamente lo que yo quería expresar. Por tanto, cojo la imagen, ya que existe.

-El "socialismo" del filme tiene que ver precisamente con violentar la idea de propiedad, empezando por la de las obras...
-No debería haber propiedad sobre las obras. Beaumarchais sólo quería beneficiarse de una parte de la recaudación de Las bodas de Fígaro. Él podía decir: "Fígaro lo he escrito yo". Pero no creo que hubiera dicho: "Fígaro soy yo". Este sentimiento de propiedad de la obra no apareció hasta más tarde.

-Su película se sube a la red al mismo tiempo que se estrena en las salas...
-La idea no es mía. El hecho de que Film Socialisme esté en Internet [sólo para Francia] es una idea del distribuidor. Ellos han aportado el dinero para la película, así que hago lo que me piden. Si hubiera dependido de mí, yo no la hubiera estrenado de esta manera. Hemos tardado cuatro años en hacer la película. Yo creo que la película se debería haber beneficiado de la misma generosidad en la distribución que tuvo en la duración de su rodaje.

Una aventura de cine
-¿Qué quiere decir exactamente?
-A mí me hubiera gustado que contratáramos a una pareja, a un chico y a una chica que estuvieran vinculados al cine, con ganas de mostrar cosas, el tipo de jóvenes que te encuentras en los pequeños festivales. Se las da un copia en DVD de la película y, luego, se les pide que asistan a un curso de paracaidismo. Entonces, señalamos al azar algunos puntos en el mapa de Francia y ellos se tiran en paracaídas a esos lugares. Su misión consistiría en proyectar la película en el lugar donde aterricen. En un café, en un hotel... tendrían que apañárselas como pudieran. El precio de la sesión podría ser 3 ó 4 euros, no más. Además, hubieran podido filmar su aventura y venderla después. Gracias a ellos, hubiéramos podido calibrar la reacción de la gente. Sólo después podríamos haber tomado la decisión de si valía la pena proyectar la película en salas normales. Pero no antes de haber llevado a cabo un estudio sobre la cuestión durante uno o dos años. Porque antes, el distribuidor no sabe qué es esta película ni a quién puede interesar.

-Usted ha desaparecido de los medios de comunicación. En los años ochenta era frecuente verlo en la televisión, hablando con la prensa.
-Sí, este tipo de cosas actualmente me disgustan. En esa época, yo creía en ello. No pensaba que pudiera cambiar nada pero sí que podía interesar a un público que quizá quería hacer las cosas de otra manera. Pero sólo les interesa durante tres minutos. Todavía hay cosas que me atraen de la televisión: los programas de animales, los canales de Historia. También me gusta mucho Dr. House. Hay un herido, todo el mundo se arremolina en torno a él, los personajes se expresan con un vocabulario hipertécnico, me gusta. Pero me veo incapaz de ver dos capítulos seguidos.

-¿Por qué ha invitado a Patti Smith y al filósofo Alain Badiou a su película si después salen tan poco?
-Patti Smith estaba allí y la filmé. No veo por qué tendrían que salir más planos de ella que de, por ejemplo, una sirvienta.

-¿Y por qué le pidió que estuviera allí?
-Porque es una buena americana, alguien que encarna una cosa distinta al imperialismo.

-¿Y Alain Badiou?
-Quería citar un texto de la geometría de Husserl y quería que alguien elaborara algo propio a partir de allí. Y a Badiou esto le interesaba.

-¿Por qué lo filma en una sala vacía?
-Porque su conferencia no interesaba a los turistas del crucero. Anunciamos que habría una conferencia sobre Husserl y no apareció nadie. Cuando Badiou vio la sala vacía le gustó mucho. Dijo: "Finalmente voy a hablar ante Nadie". Habría podido rodarlo de más de cerca y ocultar que la sala estaba vacía, pero era necesario mostrar que era una metáfora del desierto, que estamos en el desierto. Me hace pensar en la frase de Jean Genet: "Hay que ir a buscar las imágenes porque están en el desierto". En mi cine no hay intenciones. No soy yo quien ha inventado esa sala vacía. Yo no quiero decir nada. Intento mostrar, o hacer sentir, o permitir que después se diga otra cosa.

-Cuando se escucha: "Los canallas hoy son sinceros, creen en Europa", ¿qué le permite decir esto? ¿No se puede creer en Europa sin ser un canalla?
-Esta es una frase que se me ocurrió leyendo La náusea de Sartre. En aquellos tiempos, el canalla no era sincero. Un torturador sabía que no era honesto. Hoy el canalla es sincero. En cuanto a Europa, existe desde hace mucho tiempo, no había necesidad de construirla como lo hemos hecho. Me cuesta comprender, por ejemplo, cómo se puede ser un parlamentario de Europa como Danny (Cohn-Bendit). Es extraño, ¿no?

La justicia y la ley
-¿La ecología no debería constituir un partido político?
-Ya sabe, los partidos... Los partidos se toman siempre. Incluso sus nombres, algunas veces. De Gaulle estaba en contra de los partidos. Aun así, durante la Liberación llamó a los partidos al Consejo de la Resistencia para tener peso frente a los americanos. En esa época incluso estaba ya el Frente Nacional, salvo que no era lo mismo que hoy. Entonces era una empresa del Partido Comunista. No entiendo por qué los de ahora han mantenido el nombre. Tomaron un partido...

-La penúltima cita de la película es: "Cuando la ley no es justa, la justicia pasa por encima de la ley..."
-Eso está relacionado con los derechos de autor. Todos los DVD comienzan con un anuncio del FBI que criminaliza la copia. Fui a buscar una respuesta en Pascal. Pero uno puede entender otra cosa en esta frase. Podemos pensar, por ejemplo, en el arresto de Roman Polanski.

-¿Qué le suscitó que se produjera en su país, Suiza?
-Yo soy franco-suizo. Yo paso por Suiza pero estoy domiciliado en Francia, pago mis impuestos allí. En Suiza amo ciertos paisajes sin los que me costaría vivir. Además, tengo raíces aquí. Pero políticamente hay muchas cosas que me chocan. En relación a Polanski, Suiza no debería haberse sometido a Estados Unidos. Hubiera hecho falta discutir, no aceptar. Me hubiera gustado que todos los cineastas que van a Cannes se hubieran movilizado por Polanski, expresando que la justicia suiza no es justa. Como se han manifestado para defender al cineasta iraní encarcelado Jafar Panahi.

-La crisis griega resuena con fuerza en su película...
-Deberíamos darle las gracias a Grecia. Occidente es quien está en deuda con Grecia. La filosofía, la democracia, la tragedia... Siempre olvidamos las relaciones entre democracia y tragedia. Sin Sófocles, no hay Pericles. Y sin Pericles, no hay Sófocles. El mundo tecnológico en el que vivimos se lo debe todo a Grecia. ¿Quién inventó la lógica? Aristóteles. Si esto es así y si eso es asá, entonces aquello. Lógico. Este tipo de pensamiento es el que utilizan constantemente las fuerzas dominantes, asegurándose de que no haya ninguna contradicción, que todo quede siempre dentro de una misma lógica. Hannah Arendt tenía razón cuando dijo que la lógica conduce al totalitarismo. Así que todo el mundo le debe dinero a Grecia hoy en día. Podría reclamar millones de millones en concepto de derechos de autor al mundo contemporáneo y sería lógico dárselos. Sin dilación. También se acusa a los griegos de ser mentirosos... Esto me recuerda a un viejo silogismo que aprendí en la escuela: Epaminondas miente; ahora bien, todos los griegos mienten; así pues, Epaminondas es griego. No hemos avanzado mucho.

-¿La elección de Obama ha transformado su percepción de la política americana?
-La elección de Obama no me provocó ni frío ni calor. Espero por su bien que no le asesinen demasiado rápido. Que él encarne a Estados Unidos no es desde luego lo mismo que en los tiempos de George Bush. Pero algunas veces las cosas se ven más claras cuando van a peor. Cuando Chirac se encontró en segunda ronda con Le Pen yo creo que la izquierda debería haberse abstenido y no votar a Chirac. Es mejor dejar que llegue lo peor. Porque en ese momento, hace falta reflexionar. Como los tsunamis...

-¿En qué nos debería hacer reflexionar un tsunami?
-En eso que llamamos naturaleza, y a la que pertenecemos. Hay momentos en la que ella debe vengarse. Los meteorólogos hablan un lenguaje científico, no hablan de filosofía. No escuchamos por ejemplo el punto de vista de un árbol filosófico.

-El invierno pasado rodó una película muy corta en homenaje a Eric Rohmer.
-La productora Les Films de Losange me lo pidió. Tenían ganas de utilizar los títulos de sus artículos, de evocar cosas que hicimos o vimos cuando éramos jóvenes en el Cahiers du cinéma de los años cincuenta. Me cuesta hablar de otra cosa que no sea de esas experiencias compartidas. No creo que podamos hablar de las personas más allá de lo que hemos compartido con ellas. Desde luego, este no es el método de Antoine de Baecque...

-¿Ha leído la biografía que Baecque le ha dedicado?
-La he leído en oblicuo.

-¿El hecho de que exista le resulta indiferente o le molesta?
-Me molestó por Anne-Marie (Miéville). Porque hay cosas falsas. También me molesta que personas de mi familia le hayan entregado documentos. Eso no se hace. Pero tampoco he hecho nada para impedir que se publique.

-¿Ha visto las últimas películas de Rohmer?
-Sí, en DVD. Triple agente es una película muy rara. Jamás imaginé que un tema como éste pudiera interesarle.

La posteridad
-¿La idea de acometer una obra que la vida le de tiempo para completarla, es algo que le preocupe?
-No. Yo no creo en el concepto de "una obra". Hay obras, se producen algunas nuevas, pero la obra en su conjunto, la gran obra, es algo que no me interesa. Prefiero hablar de un camino. En mi trayectoria hay altos y bajos, hay tentativas... He puesto mucha paja. Lo más difícil de este mundo es decirle a un amigo que lo que ha hecho no es muy bueno. A mí me ha faltado ese amigo. Rohmer tuvo el coraje de decirme en la época de Cahiers que mi crítica de Extraños en un tren era mala. Rivette también podía decirme cosas así. Truffaut nunca me perdonó que pensara que sus películas eran malas. Él sufría porque era incapaz de pensar que mis películas eran tan malas como yo pensaba que lo eran las suyas.

-¿Realmente cree que las películas de Truffaut son malas?
-No es que fueran malas... No más que cualquier otra cosa... que las películas de Chabrol... Pero no era el cine que habíamos soñado.

-¿Le preocupa la posteridad?
-No, en absoluto.

-¿Nunca le ha preocupado?
-Jamás.

-Cuesta creerle. Es difícil rodar Pierrot le fou sin tener la ambición de permanecer por siempre jamás en la historia...
-Quizá tenga razón. Es posible que tuviera esa pretensión en mis inicios. Pero me olvidé de ello bastante rápido.

-¿Piensa en su muerte?
-Claro, por fuerza. Con los problemas de salud... La vida cambia. De todos modos, hace mucho tiempo que rompí con la vida social. Me gustaría volver a jugar al tenis, pero tuve que dejarlo por problemas con mi rodilla. Cuando te haces viejo, la infancia regresa. No pasa nada. Y la idea de desaparecer no me causa una angustia especial.

-Usted parece muy despegado...
-¡Al contrario, al contrario! Me siento muy apegado [a la vida]. En relación a esto, el otro día Anne-Marie me dijo que si me sobrevivía haría escribir en mi tumba: "Al contrario...".

Un año controvertido
A Jean-Luc Godard le ha rodeado la controversia en los últimos meses. A las descalificaciones por haber dejado plantado a Cannes, se sumaron las acusaciones de antisemitismo con motivo de la publicación de Godard: biographe, escrita por Antoine de Baecque, y recientemente la incomprensión general por no haber asistido a la entrega del Oscar Honorífico que la Academia de Hollywood quiso entregarle el pasado 13 de noviembre. El cineasta declaró en una entrevista a la publicación suiza NZZ que "si la Academia quiere darme el premio, que lo haga", a lo que añadía su estupor -"¿Pero de verdad conocen mis películas?"- y también su rechazo -"No significa nada para mí. Quizá sea un reconocimiento tardío"-, confirmando finalmente que no asistiría a la entrega del premio porque "no tengo visado para Estados Unidos, no quiero pedirlo y es un viaje muy largo". Carlos Reviriego