24/12/09

¡FELIZ NAVIDAD, PRÓSPERO AÑO 2010!

COMO LA LLAMA DE ESTA VELA, ESTÉ ENCENDIDA SIEMPRE LA ESPERANZA, QUE NO ES SINO EL MILAGRO DE LA VIDA, PARA CONTINUAR LA ESCRITURA ENTRE LA PIEL Y EL PAPEL...CON LA PERENNE BÚSQUEDA INCANSABLE DE LA FELICIDAD!


¡FELICES FIESTAS!



LES DESEA



MARCELO DEL CASTILLO

18/12/09

El héroe de la superproducción ‘Avatar’

Entrevista con Sam Worthington, protagonista del largometraje.
Sam Worthington es el protagonista de esta épica película de ciencia ficción.

Por el mismo camino que antes recorrieron Russell Crowe, Hugh Jackman o Nicole Kidman, otro australiano como Sam Worthington abre ahora las puertas de Hollywood para tratar de convertirse en la nueva estrella del cine de superacción. Ya había aparecido como el nuevo Terminator, compartiendo cartel con alguien como Christian Bale (más famoso, gracias a la serie de películas Batman). Y en el mismo año, con otra superproducción de efectos especiales, Sam Worthington vuelve a ser noticia, como el protagonista absoluto de la nueva película de James Cameron, Avatar.

¿Está preparado para el título de superestrella de Hollywood?

Es una pregunta bastante extraña. Todo lo que puedo hacer es trabajar. Cualquier actor sería un idiota si dice que no quiere exponerse públicamente o que la gente lo reconozca, porque hacemos cine para entretener a la gente y es genial cuando se acercan y te dicen que hiciste un buen trabajo, así como cuando alguien también te grita que deberías mejorar. Pero en lo que respecta a mí, quiero ir paso a paso, ya veré lo que pasa.

¿Existe algún secreto ‘australiano’ para triunfar en Hollywood, como Hugh Jackman, Russell Crowe o Nicole Kidman?

El secreto está en la distancia: se necesitan 13 horas de vuelo para ir de Australia a Estados Unidos. Y después de semejante viaje, nadie quiere perder el tiempo. Menos vamos a hacerle perder el tiempo a los productores. Venimos de un lugar donde los actores tienen un trabajo muy especial. En Australia hay que hacer televisión, cine, radio, teatro. Hay que aceptar cualquier trabajo para pagar las cuentas y por eso la ética de trabajo es tan importante. Y venimos a Estados Unidos para hacer cine con una pasión y un entusiasmo que contagia. Buscamos siempre la creatividad, nos gusta contar buenas historias.

Sin ánimos de ofender, a mucha gente le sorprende que de pronto aparezca un completo desconocido en Hollywood, protagonizando nada menos que las dos superproducciones más importantes del año, como ‘Terminator Salvation’ y ‘Avatar’. ¿Hay una explicación detrás de semejante reconocimiento tan repentino?

Yo venía trabajando en Australia, sin parar, desde hace diez años, con toda clase de películas. Y mi idea era hacer todo lo que podía en mi país, antes de tocar un techo y moverme por otro lado. Y para ese entonces tenía suficiente experiencia como para poder sentarme en una misma habitación con alguien como James Cameron, con suficiente confianza como para asegurarle que tenía algo bueno para ofrecerle, que no iba a perder el tiempo conmigo. Pero tampoco vas a construir un edificio gigante después de diseñar una casa, porque todos se reirían, como tampoco vas a convertirte en un goleador de fútbol después del primer partido. Así no funciona el sistema. Hay que hacer lo mejor posible, aprendiendo desde abajo, para sentirte seguro cuando vayas a jugar entre los mejores.

¿Dónde vive ahora exactamente?

Vivo donde hay trabajo. No paré de trabajar desde que empecé con Avatar con apenas tres semanas de vacaciones. Soy un gitano, voy de lugar en lugar.

¿Ya compró su casa en Hollywood?

No, no tengo nada, porque vendí todo lo que tenía antes del contrato con Avatar. Estaba en casa, en Australia, y vi que nada de lo que tenía me definía para nada, así que vendí todo.

¿Todo para venir a Hollywood?

Recién había cumplido 30 años y probablemente tuve una crisis. Miraba alrededor y veía que no era feliz. Quería borrar mi vida, quería recuperar el control de mi vida. Estaba enfermo de la gente que me decía lo que tenía que hacer.

¿Lo primero que hizo después de haber vendido todo fue mudarse a Hollywood?

No tomé ningún avión. Apenas vendí todo, me fui a la montaña, solo. Y en medio de semejante cambio recibo la llamada de James Cameron: “Quiero verte”. Bajé del avión y le dije a Jim: “No tengo nada, solamente dos maletas. Así que hoy voy a brindarte todo lo que pueda. Mejor dejemos de hablar y me pongo a actuar”. Eso fue todo. Tenía demasiado entusiasmo como para echarme. Yo insistía: “Ya estoy listo, empecemos a trabajar”. Lo gracioso es que también le dije que el guión era muy malo y cuando le pregunté quién lo había escrito me dijo: “Yo lo escribí”. Y le respondí: “Entonces podríamos mejorarlo”. Así fue todo.

¿Recién después lo eligieron para el rol del nuevo ‘Terminator’?

Sí, eso fue mucho antes de Terminator. Yo hacía un año que estaba trabajando con Avatar cuando el director McG le dijo a James Cameron que me estaba considerando para el papel de Terminator. Y esta vez Cameron no tenía nada que ver en esa película. Apenas si le dijo a McG: “No arruines nada” y se reservó el derecho a criticar Terminator, porque él había vendido los derechos por un dólar a la ex esposa. Sólo quiso ver la película pagando la entrada. ¡Yo crecí viendo esas películas!

¿Alguna vez soñó con el éxito conseguido?

En cualquier profesión uno siempre sueña con trabajar con gente que te inspira. Si pateas una pelota en el jardín de tu casa, vas a soñar con llegar a la Copa Mundial. Si tocas en una banda de rock, te gustaría tocar en los estadios más grandes, llenos de gente. Y en mi profesión sería estúpido decir que no quería trabajar también con los más grandes.

¿Pero no se precisa talento y confianza?

No, porque cuando lo vendí todo no tenía confianza para nada. Pensaba: “Si no tengo nada, mejor lo vendo”. Y a los 30 años, con nada más que 4.000 dólares en el bolsillo, después de haber hecho diferentes películas a lo largo de diez años, parecía fantástico, pero no sabía qué diablos podía hacer después. Eso fue lo que me llevó a querer controlar mi vida. Cuando tuve la reunión con Cameron no tenían nada que ver las campanas de la fama, ya no me importaba comprar una casa o tener un auto de lujo. Quería que mi sobrino se emocionara viéndome en una pantalla de cine. Y creí que tenía que deshacerme de todo para empezar de vuelta, como dijo Rudyard Kipling. ”Empieza otra vez en tus comienzos y recién entonces serás un hombre”.

La música de Avatar

La banda sonora de Avatar incluye música compuesta y dirigida por el ganador del Oscar James Horner (Titanic). El tema principal de la película I See You es interpretado por la cantante Leona Lewis, quien ha sido varias veces nominada a los Grammy. La canción está producida por James Horner y Simon Franglen, el equipo detrás del exitoso tema de Titanic, My Heart Will Go On, interpretado por Celine Dion.

Fabián Waintal / Los Ángeles | EL ESPECTADOR


16/12/09

El Sherlock Holmes más violento y trastornado

ESTRENO EN LONDRES
El estreno del nuevo filme de Guy Ritchie congregó a todos los protagonistas de esta versión del detective creado por Conan Doyle.

Vídeo

Además de misógino, inteligente y sagaz, Sherlock Holmes aparece en la última película dedicada al detective creado por Arthur Conan Doyle como un personaje de carácter violento y trastornado, un perfil más complejo y no tan conocido por el gran público.

Con barba de pocos días pero cuidadosamente recortada, amplios conocimientos de las artes marciales y una necesidad de desfogarse que le lleva a participar en las peleas que se organizan en un pub irlandés de mala muerte, Sherlock Holmes se convierte en un atípico hombre de acción en el filme dirigido por Guy Ritchie que se estrenó el pasado lunes en Londres.

Encarnado por el actor estadounidense Robert Downey Junior, la imagen del detective mantiene, al menos en parte, el porte de caballero inglés tradicional (con su sempiterna pipa en la boca incluida), aunque la combina con otras características menos conocidas, como lo caótico de su vida privada.

Si bien sigue utilizando el intelecto para ir avanzando en sus investigaciones, el detective británico no rehuye la confrontación y utiliza la fuerza bruta en repetidas ocasiones durante su última aventura en la gran pantalla.

En ella Sherlock sigue acompañado de su fiel escudero, el doctor Watson, interpretado por un Jude Law que sólo recuerda en el bigote al original, un tipo más bien bajito y regordete.

Juntos se enfrentan a la amenaza que supone Lord Blackwood (Mark Strong), un amante de las ciencias ocultas culpable de una serie de asesinatos rituales a quien detienen y deben volver a encontrar después de que parezca haber resucitado de entre los muertos.

El filme, producido por Warner Bros y que se estrenará en España el 15 de enero, dura más de dos horas y también hace mención a la tortuosa atracción que siente Sherlock por Irene Adler (Rachel McAdams), no menos guapa que la pareja del doctor Watson, Mary (Kelly Reilly).

Un clásico renovado

La película muestra al más famoso de los detectives británicos como una persona mordaz y sarcástica, sobre todo con los agentes de policía, incapaces de estar a su altura, y que además guarda un profundo interés por la ciencia que le lleva a realizar experimentos en su propia residencia.

Ritchie afronta con este filme su primera experiencia en el mundo de las grandes producciones, un reto que podría relanzar su por el momento discreta carrera, en la que sólo destaca 'Snatch, cerdos y diamantes'.

El cineasta británico utiliza el recurso 'slow motion' (es decir, la ralentización extrema de ciertos movimientos) para subrayar el profundo conocimiento de las artes marciales que exhibe Sherlock, una faceta que se apunta de forma secundaria en algunas de las cuatro novelas y 56 relatos cortos que escribió Conan Doyle.

La escenografía representa una parte fundamental de la película al recrear minuciosamente el Londres del siglo XIX, una ciudad que conserva todavía su estilo victoriano y en la que algunas calles se mantienen exactamente igual que antaño, a excepción de la calzada, lo que hace posible identificarlas durante la película.

Especialmente impactante es la escena que se desarrolla en el llamado 'Tower bridge', una instalación que se encontraba a medio construir en la época en que se desarrolla la acción y donde tiene lugar el enfrentamiento final entre Sherlock y su rival.

La música juega también un papel importante en la nueva aventura de Sherlock Holmes al imprimirle un ritmo trepidante a través de sus melodías, las cuales recuerdan a cánticos griegos e irlandeses.

El cacareado "Elemental,mi querido Watson" no aparece en ningún momento, una ausencia que puede explicarse por el hecho de que Conan Doyle no utilizara esa frase literalmente en ninguna de sus obras, y que se suma a la desaparición de la tradicional gorra con doble visera de la creación que le hizo conocer la fama.

La película de Ritchie muestra aspectos poco reflejados de Sherlock en los dibujos animados, las series y otras versiones cinematográficas realizadas con anterioridad, aunque deja pasar la oportunidad de adentrarse en la complejidad sexual del personaje o en el consumo de drogas, temas que si afrontó Billy Wilder en 'La vida privada de Sherlock Holmes' (1970).

fuente: elmundo.es

14/12/09

Cameron refunda el cine fantástico

UNA NUEVA FORMA DE HACER PELÍCULAS
Avatar se perfila como el primer filme que justifica las 3D y marca senda al género. La película vuelve ridícula la posibilidad de la descarga de internet
La película es un fabuloso relato a caballo entre lo heroico y lo mesiánico / 20th Century Fox

En 1977, La guerra de las galaxias, de George Lucas, cambió para siempre el cine fantástico y también el cine concebido como prodigio (a lo Cecil B. De Mille), como evento único, irrepetible en formato doméstico. Todo lo que vino después era deudor de aquella space opera naif y ecuménica, como toda la ciencia ficción posterior a 1979 bebía del canon fijado por dos películas de Ridley Scott, Alien y Blade Runner. Hay películas que, sin juzgar su calidad, fijan un hito y condicionan a los cineastas que las suceden. Pasó hace una década con Matrix (1999), de los hermanos Wachowski, que estrujaron el cerebro del público con el primer juego de realidad virtual - con permiso de Tron (1982), de Steven Lisberger-, que ponía al día el cine high tech y marcaba nuevas pautas para la acción y los efectos especiales. Y eso justamente ha querido hacer James Cameron con Avatar - que se estrena el viernes-,su esperado regreso al cine de ficción tras doce años de pintorescos documentales de investigación y otras ocupaciones igual de inauditas.
El que se coronó rey del mundo con Titanic (1997) y sus once Oscar aspira ahora a convertirse en dios absoluto de la ficción fantástica y del cine de masas. Porque Avatar es la primera película que emplea las 3D como un instrumento indispensable para el viaje que propone y, desde hoy, argumento comodín para explicar a un lego por qué el cine se ve mejor en el cine. Este cine, al menos. Avatar, en sentido estricto, no es la primera película 3D pero en realidad sí lo es. De hecho, la desacomplejada imaginería que ha pergeñado Cameron recupera para las salas esa virtud que los equipos de audio y vídeo domésticos le cuestionaban: la de su origen como barraca de feria, sala donde se convocan portentos que sólo asombran los ojos de quien esté dispuesto a pagar por pasar hora y media a oscuras.

En este sentido, y como vaticinaba hace un año el presidente de Dreamworks, Jeffrey Katzenberg, durante su visita a España, Cameron ha enviado una señal y un salvavidas a las industrias de la exhibición y la distribución, porque Avatar vuelve ridícula la posibilidad de la descarga de internet y somete al espectador a las nuevas reglas del fantástico: diez euros por butaca y gafas polarizadas son los requisitos para disfrutar de la película en todo su esplendor.

Pero Avatar no es sólo una montaña rusa visual. Como en el caso del Star wars original, la historia que ha escrito Cameron es un relato a caballo entre lo heroico y lo mesiánico de riguroso sometimiento al canon aventurero. No hay complejidad moral; los buenos son de noble corazón y el héroe ha de hallar en su interior la determinación para elevarse sobre el destino de los demás mortales; y los malos son planos como un televisor de última generación. El argumento bien podría hablar de hombres blancos que intentan sacar de su hogar a un puñado de indios americanos para construir un ferrocarril hacia el oeste, o de ejecutivos de una gran hidroeléctrica queriendo echar a los yanomamis de su hábitat para levantar una represa; sólo que aquí estamos en el planeta Pandora y los tales indígenas son azules y miden 2,50. Es decir, que Cameron repite el papel del taimado hombre de la compañía que ya empleó en Aliens, el regreso (1986), retrata al ejército como una caterva de brutos ávidos de destrucción, inclinados a solucionar por las malas lo que se puede solucionar por las buenas, y pinta el bosque como el hogar de lo espiritual y verdadero. Nada nuevo, salvo una curiosa y audaz metáfora de la comunidad de internautas y de las relaciones on line que, en versión biológica, mantiene unidos a todos los pobladores de Pandora, incluidos animal y el vegetal, y por nodo principal a un gran árbol.

Pero la pegada principal de Cameron no está en su relectura de la aventura, sino en su audacia industrial. El virtuosismo de sus animaciones faciales por ordenador, el milagro pictórico del Edén universal y la vertiginosa acción que corta el aliento son las poderosas razones de este gran artefacto que redefine el colosalismo cinematográfico y que se convierte en lo más importante que le ha ocurrido al cine de alto presupuesto en treinta años. Avatar inaugura el siglo. Pese a las visibles mañas de su director, la película no es buena ni mala, es mucho más importante que todo eso. Condicionará la forma de hacer cine de los grandes estudios al menos para la próxima década y, si además de los ojos, conquista el corazón de sus audiencias, tendrá peana propia en el santoral de la fantasía. Esa que crea nuevos cinéfilos generación tras generación.
Pedro Lavin
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"'Avatar' es ante todo una historia de amor"
fuente:lavanguardia.es

13/12/09

Álvaro Brechner: «Onetti es un autor inadaptable»

El director uruguayo (Montevideo, 1976) acaba de estrenar en España su ópera prima, ‘Mal día para pescar’, que adapta el relato corto de Juan Carlos Onetti ‘Jacob y el otro’.

Álvaro Brechner.
Álvaro Brechner.

–¿Qué le atrajo del relato de Onetti?
–Me fascinan sus dos personajes, dos seres desarraigados, que siguen anclados en una Europa mítica aunque deambulan por la Suramérica más recóndita. Solo se tienen el uno al otro, y recordar glorias pasadas es su única razón para seguir existiendo. Necesitan creer, aferrarse a algo, y ese patetismo me parece precioso. Poseen ese punto quijotesco que fascinaba a Buñuel, porque la realidad que viven no tiene nada que ver con la retórica que formulan.

–¿Cuánto ha quedado en la adaptación del universo de Onetti?

–Nos hemos tomado algunas libertades para dar a la película el tono personal que queríamos. Siempre he pensado que si uno no tiene mucho que aportar a una obra literaria no debería adaptarla, especialmente si se trata de una joyita como Jacob y el otro. Onetti es un autor tan integral y completo que resulta inadaptable. Su prosa es cine en sí misma.

–Una de las libertades que se ha tomado es convertir Mal día para pescar en algo así como un wéstern crepuscular.
–Las referencias son muy obvias: el duelo final, el saloon... Creo que el componente crepuscular es intrínseco al género, porque son historias míticas de hombres frente a su destino, de amaneceres y atardeceres, de la cercanía a la muerte. Todo eso le iba muy bien a mi historia.

–¿Se siente reflejado de algún modo en la peripecia de Orsini y Jacob?

–Me he sentido infinitas veces como el forzudo Jacob y otras tantas como el buscavidas Orsini. Para enfrentarte a una producción de este tipo, especialmente si eres novato, necesitas creer que la fantasía es posible. Como ellos, me encontrado muchas veces confiando que iba a llegar un dinero, el suficiente para cumplir mi sueño, y al final nunca llegaba.

–¿Cuántas veces se planteó tirar la toalla?
–Muchas. Hacer una película es como parir un dinosaurio, algo gigantesco. Es curioso, porque se supone que el director posee el control de todo, pero yo no me sentí guiando, sino descubriendo, haciendo camino al andar.

NANDO SALVÀ/ El Periódico de Catalunya

11/12/09

'Avatar' revoluciona el Séptimo Arte

ESTRENO MUNDIAL
Aunque James Cameron se empeñe en defender que es "sólo cine", a nadie escapa que 'Avatar', la superproducción con la que el director de Titanic regresa al ruedo, es una nueva forma de entender, y sobre todo de ver, el Séptimo Arte.

Foto de publicidad de la película de James Cameron, "Avatar"

El chorro de millones que ha costado Avatar--con promoción incluida podría superar los 400 millones de dólares-- y la década larga que el proyecto lleva en la cabeza de Cameron han servido para alumbrar un espectáculo único. Una fábula ecologista rodada en tres dimensiones con un marcado mensaje antiimperialista. Un relato aderezado además con una bella historia de amor y, sobre todo, con unos paisajes y criaturas sencillamente asombrosas.

¿Por qué tanto entusiasmo? Cierto es que el cine en 3D no es ni mucho menos nuevo. Lo que sí es nuevo es el partido que consigue sacarle Cameron. El armonioso y casi perfecto ensamblaje que consigue entre la historia y los portentos tecnológicos con los que salpica muchas de las escenas de la cinta.

Cierto es también que en las dos horas y media de metraje de Avatar puede haber momentos en los que la historia no avanza a un ritmo vivo... pero, sinceramente, da lo mismo. La sensación de estar ante algo nunca visto en una pantalla de cine, de estar dentro de Pandora, el maravilloso planeta ideado por Cameron, no dan oportunidad al aburrimiento.

En la que puede ser la película del año encontraremos místicos nativos azules de tres metros con rasgos que se mueven entre lo humano y lo felino, trepidantes persecuciones por una selva salvaje poblada por criaturas a medio camino entre Jurasic Park y Alien, vuelos entre montañas flotantes a lomos de gigantescos reptiles alados... Pero lo que deja literalmente pasmado al espectador son los planos nocturnos de Pandora, con increíbles seres reflectantes, plantas fluorescentes que se iluminan al tocarse y un sinfín de detalles que, gracias a la proyección en 3D, ven multiplicado su impacto en el respetable.¿ES SOLO CINE?

Actores moviéndose ante un escenario verde y vacío forrados de licra con centenares de sensores para atrapar sus movimientos mientras decenas de cámaras captan cada uno de sus gestos para convertirlos al lenguaje binario. Una nueva forma de rodar, totalmente opuesta a lo que hizo en Titanic, aunque Cameron defienda que tanto una como otra sean sólo cine. "Es completamente cine, pero creo que el cine se redefine a sí mismo cada ciertos años con las nuevas técnicas", afirmó Cameron durante la premiere en París de la cinta.

El mayor reto para él, según confesó, era conseguir que los efectos especiales y la tecnología no acapararan todo el protagonismo, que no sobrepasaran la historia, desconectando al público y convirtiéndose en el eje central de toda la película. Y a juzgar por lo que dice el elenco no fue un reto fácil de superar. "La tecnología del rodaje fue más de ciencia ficción que la propia historia", renoció Sigourney Weaver, estrella con Cameron en la saga Alien y que en esta ocasión interpreta a una científica.

Pero el verdadero veredicto se dictará a partir del próximo día 18 de diciembre. Será la taquilla la que decida, las cifras serán quienes determinen si las gafas bicolor son el bastón en el que Hollywood deberá apoyarse en los próximos años, si Cameron y su Avatar han marcado el principio de una nueva era.

fuente: adn.es

10/12/09

Un libro monumental descubre la película frustrada de Stanley Kubrick

Reunió más de 30.000 imágenes preparatorias para un rodaje faraónico que no se hizo realidad. El director norteamericano trabajó hasta su muerte en el proyecto de un filme sobre Napoleón
DIEZ LIBROS EN UNO El estuche que contiene el material.
DIEZ LIBROS EN UNO El
estuche que contiene el material.
Stanley Kubrick.
Stanley Kubrick
Imagen preparatoria del filme.
Imagen preparatoria del filme.


BEGOÑA ARCE
LONDRES

Un libro de solo 1.000 ejemplares, que pesa más de 10 kilos y cuesta 500 euros, es sin duda una extravagancia delirante. Stanley Kubrick´s Napoleón: The greatest movie never made (El Napoleón de Stanley Kubrick: La película más grande jamás filmada), que acaba de publicar Taschen y se presentó el martes por la noche en el domicilio del fallecido cineasta, es la historia de una obsesión desmesurada y de una aventura frustrada. Napoleón Bonaparte es un filme de Kubrick que nadie pudo ver, ni figura entre sus 13 largometrajes. Fue sin embargo un proyecto monumental en el que trabajó durante 40 años.
Meticuloso hasta niveles enfermizos, el director de 2001: una odisea del espacio, estaba fascinado con el emperador francés, sobre el que llegó a leer 500 libros. Desde 1967, cuando se propuso llevar su vida a la pantalla, inició una investigación sin fin. Sus ayudantes recorrieron los lugares donde trascurrió la existencia de Napoleón recopilando información y tomando imágenes. El equipo llegó a reunir 15.000 fotos y 17.000 diapositivas sobre objetos, uniformes, escenarios y otros documentos relacionados

LIBRO DE LIBROS / Ahora y por primera vez, los cinéfilos pueden descubrir ese fascinante material, que incluye correspondencia y los borradores del guión. Kubrick quería hacer la película de su vida. El filme duraría tres horas y se rodaría en Rumania, Francia e Inglaterra. El relato épico estaría repleto de grandiosas batallas, con 50.000 soldados yugoslavos y rumanos como extras en Austerlitz y Eylau. El presupuesto inicial de 5,2 millones de dólares (unos 100 millones de hoy) la convertiría en la película más cara de su tiempo. Peter O’Toole, Alec Guinness, Jean Paul Belmondo y más tarde Jack Nicholson, sonaron para encarnar a Napoleón. Josefina sería Charlotte Rampling, después de que Audrey Hepburn rechazara el papel. «La historia tiene todo lo bueno que puede tener. Un héroe encumbrado, enemigos poderosos, un ejército, una historia de amor trágica, amigos leales y traicioneros y mucho valor, crueldad y sexo», había dicho Kubrick. Desgraciadamente el proyecto nunca se realizó. MGM primero y United Artists después consideraron el rodaje demasiado arriesgado. A pesar de ello, Kubrick siguió recopilando material hasta su muerte en 1999, justo antes del estreno de Eyes wide shut.

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Posible resurrección
fuente: elperiodico.com

9/12/09

La primogénita del cineasta Orson Welles publica un libro sobre su padre

A la sombra de mi padre ('In my father's shadow'), el libro de
recuerdos escrito por su hija, coincide con una película de ficción sobre el
director
Orson Welles, como el villano en El tercer hombre, clásica película de espías

Orson Welles acabó harto de que le dijeran que Ciudadano Kane (1941), considerada por los críticos como la película cumbre en la historia del cine, era su mejor realización. "Es un trabajo de mi juventud, cuando no sabía nada mejor que usar los trucos que veía en los libros. Eso es lo que todos encumbran. Y ahora hasta mi hija me viene con lo mismo".

Sí, Chris Welles Feder, la primogénita del genio, recuerda este comentario en el libro que ha publicado sobre sus recuerdos, In my father's shadow (A la sombra de mi padre). "Créeme –añade el cineasta–, lo más magnífico que jamás he realizado es Campanadas a medianoche (1965). Me enferma que la gente ponga por las nubes a Ciudadano Kane y no diga nada positivo de este otro filme, mi gran obra maestra".

Chris Welles retrata la difícil convivencia entre el creativo genial, un prodigio desde la infancia, con opiniones casi siempre contra corriente, y el padre, que fue como un Guadiana, unas veces estaba y otras desaparecía. Cerca del 2010, cuando se cumplirá el 25.º aniversario de la muerte de este Leonardo del siglo XX –tocó todo los palos–, la aparición de este libro ha coincidido con el estreno de una película de éxito en Nueva York, Me and Orson, en la que se describe cómo realizó el montaje de Julio César en el Mercury Theater de la calle 41, en 1937.

"Estar casada con Orson –recuerda Chris que le comentó su madre, Virginia– es lo más duro de mi vida y lo más excitante". Virginia estaba embarazada de la que sería Christopher –nombre de niño, por antojo del padre, que al nacer en 1938 envió telegramas con el texto "Christopher, ella está aquí"–, cuando se estrenó esa obra de Shakespeare. "No tienes ni idea –le explicó la madre– de lo impactante que resultó hacerla con vestuario moderno. Fue electrificante, no se hablaba de nada más".

Así era Orson Welles, capaz de lo mejor y lo peor. Chris escribe que en ocasiones se olvidó de su cumpleaños, pero en otras le hacía grandes homenajes. Al cumplir los cinco, el hombre que atemorizó a Estados Unidos con la versión radiofónica de La guerra de los Mundos, le retransmitió su cuento preferido, Blancanieves y los siete enanitos. A los trece se la llevó de viaje por Europa. En Londres, su padre hizo que Laurence Olivier y Vivian Leigh les invitarán a una comida en su castillo. "Tu padre es un extraordinario actor y director. Tal vez ahora lo repudia la industria, pero el tiempo demostrará lo equivocados que están. Entre nosotros, Orson es el verdadero artista". Se lo dijo Olivier, en una época en que, paseando por la capital británica, no podían evitar escuchar la música de El tercer hombre y el asedio de los que pedían autógrafos. Chris vio allí esa película, junto a su padre. Le preguntó de qué hacía.

"De villano", le contestó,

–Quiero que seas el héroe.

–Los villanos son más divertidos.

El gran seductor

Mujeriego empedernido –su hija Chris relata la pena que ella tuvo cuando su padre se separó de Rita Hayworth, la esposa que sucedió a su madre–, amante de Bach y Albinoni, insomne desde niño, gran comedor y mejor bebedor, Orson Welles siempre aseguró a su primogénita, a la que le aconsejó no ser ni actriz ni dedicarse a la música –"Serás muy infeliz"–, que la mejor escuela era viajar. Chris relata varios de los trayectos que realizó junto a su padre. Para ella es inolvidable el viaje de 1954 por España. Madrid, Toledo, Barcelona, la Costa Brava. "España es mi país preferido –le aseguró– porque tienen muy presente el conocimiento de la tragedia, la aceptación de la muerte".

fuente:La Vanguadia.es

6/12/09

"El nombre de Cinecittà tiene la fuerza de Hollywood"

De visita en Buenos Aires como invitada a Ventana Sur, el flamante mercado de cine que crearon el INCAA y Cannes, Claudia Bedogni, directora comercial del Instituto Cinecittà/Luce, cuenta los últimos movimientos de esta institución, meca del cine italiano.


Negocios en celuloide. Bedogni explica el alcance de su acuerdo con el INCAA y elogia a los directores argentinos.

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Claudia Bedogni, directora del área de Coproducciones y adquisiciones del Instituto Cinecitta/Luce, las dos grandes sociedades públicas que hicieron posible el desarrollo del cine italiano estuvo en Buenos Aires participando en el mercado Ventana Sur. Vino a buscar, haciéndole honor al mercado que timonea, nuevos y talentosos directores latinoamericanos. También se reunió con las autoridades del INCAA para terminar de acordar el nuevo convenio de ayuda económica a proyectos cinematográficos argentinos. Y disparó algunas comparaciones: "El nombre de Cinecittà tiene la fuerza de Hollywood", dijo (ver video).

-¿Podría definir la naturaleza del Instituto Cinecittà /Luce después de tantos cambios?
- Cinecittà /Luce es una nueva compañía. Nació en mayo del 2009 de la fusión de dos grandes sociedades, Cinecittà Holding y el Instituto Luce. Este nuevo emprendimiento forma parte del Ministerio de Bienes y Actividades Culturales de Italia, y comprende diferentes actividades. En primer lugar, se ocupa de la difusión del cine italiano. También se ocupa de la restauración y digitalización del archivo fílmico y fotográfico que posee el Instituto Luce, uno de los más grandes del mundo. Hoy ya se puede acceder desde su página de Internet a unas cuatro mil horas aproximadamente, y se espera que dentro de un tiempo ya esté todo digitalizado. Otro objetivo es fortalecer la producción y distribución tanto del cine italiano como internacional en Italia.

-Y en ese gigante, ¿cuál es su tarea específica?
-Mi trabajo es buscar nuevos directores talentosos en Italia y en el mundo para poder ayudarlos a realizar sus películas. Para ello el Instituto Cinecittà /Luce ha creado un sitio en Internet donde los productores cinematográficos pueden anotar los proyectos que se encuentran en la etapa de pre-producción y necesitan ayuda financiera. Además trabajo junto a los productores para que puedan encontrar otros socios internacionales, ya que la ayuda económica que brinda el gobierno de Italia ha bajado considerablemente.

-¿En qué consiste el acuerdo firmado entre el Instituto Cinecittà/Luce y el INCAA para dar ayuda económica para el desarrollo de proyectos?
-Hace tres años el Instituto Luce empezó a trabajar junto al INCAA, mediante un convenio que firmaron los gobiernos de Argentina e Italia. Se creó un fondo de 200 mil euros con el fin de ayudar en el desarrollo a proyectos cinematográficos argentinos. También buscamos poder coproducirlos y ayudarlos en su distribución en Italia.

-¿Recuerda cuántos proyectos argentinos recibieron la ayuda de desarrollo?
-Fueron seleccionados tres proyectos de ficción y cuatro documentales. Los largometrajes de ficción fueron "Toxic Jungle" de Gianfranco Quattrini; "Il maestro e fra noi" (El maestro está entre nosotros) de Marcelo Zapata, que todavía se encuentran en la etapa de desarrollo, y "El artista" de Gastón Duprat y Mariano Cohn. A este último, cuando finalizó la etapa de desarrollo Luce decidió coproducirlo y distribuirlo en Italia, donde la película ya fue estrenada y fue muy bien recibida.

-¿Cómo evalúa esa experiencia?
-Fue muy positiva, no sólo por el resultado exitoso de los proyectos sino porque también nos permitió conocer el estado productivo del cine en la Argentina, a través de todos los proyectos que recibimos. A partir de allí hemos realizado encuentros entre los productores más representativos de Italia y Argentina para facilitar coproducciones que sean provechosas para ambas cinematografías.

-¿Se firmará un nuevo convenio de ayuda económica con el INCAA?
-El Instituto Cinecittà /Luce se encuentra muy interesado en renovar junto al INCAA el convenio de ayuda al desarrollo de proyectos, porque creemos que la cinematografía argentina genera mucho interés en el público no sólo italiano, español, o francés sino alemán y de países del este de Europa.

-¿Está en condiciones de ofrecer una opión sobre el flamante mercado Ventana Sur?
-He concurrido a Ventana Sur para poder descubrir nuevos directores latinoamericanos y lo que pude comprobar es el gran interés de los compradores internacionales en las realizaciones latinoamericanas y, por sobre todo, en las películas argentinas. Creo que es una iniciativa necesaria para toda América Latina y no me extraña que sea la Argentina la que la lleva adelante.
VICTORIA REALE/Revista Ñ
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