Un documental inédito codirigido por el cineasta para el Ejército británico sobre los campos de concentración aparece tras décadas de olvido. El director se sintió conmovido por las imágenes del exterminio y quiso que su película instara a los alemanes a asumir su responsabilidad colectiva
Cuando Alfred Hitchcock vio por primera vez imágenes grabadas por los
soldados de la British Army Film Unit en campos de concentración nazis,
en 1945, quedó traumatizado. Se encerró en casa y durante una semana ni siquiera apareció por el estudio Pinewood.
El maestro de maestros en el arte de hacer sentir miedo, jamás había
experimentado un horror similar al el que le produjeron aquellos rostros
esqueléticos recién salidos de Dachau y Mathausen, junto a las
terribles historias no contadas que sugerían las cuencas oculares
hundidas de aquellos cadáveres vivientes.
Fue su amigo y mecenas, Sidney Bernstein, el que insistió en que
debía abordar el proyecto de elaborar un documental y que, tras
reiteradas negativas de Hitchcock, se ofreció incluso para codirigirlo con él.
El proyecto cristalizó en forma de un contrato con el ejército
británico, pero la película nunca llegó a ver la luz y los rollos
permanecieron almacenando polvo en los archivos del Museo Imperial de la
Guerra de Londres. Solamante una parte de estas imágenes aparecieron en
1985, bajo el título el 'Memory of the Camps', pero la factura completa
siguió formando parte solamente de subconsciente creativo e inquietante
del director. Ahora que han sido digitalizada y publicada en YouTube
(sobre estas líneas), resulta evidente la influencia que ejerció en su obra, marcando un punto de inflexión en su concepción del ser humano.
Jardineros, niños jugando, jóvenes tomando el sol. Pero cuando la
cámara se eleva y salta la verja hacia el interior del campo de
concentración, revela las entrañas de aquel bienestar opulento.
"Sin alimentos desde hace seis días, lo más importante para sobrevivir
es el agua", describe una voz en 'off' que acompaña ininterrumpida el
metraje. Sólo calla en un par de pasajes de varios minutos en los que no
queda claro si se ha perdido definitivamente el sonido o si Hitchcock optó por un dramático y elocuente silencio.
Cuerpos esqueléticos que se tambalean, mujeres desnutridas que besan
la mano de los soldados británicos y montones de sombras humanas que
agonizan lentamente sobre sus propios excrementos... "La intención era
mostrar una versión que impulsase a los alemanes a aceptar sus responsabilidades
y de ahí el tono un tanto propagandístico que agradó a los mandos del
ejército británico", explica al responsable de la digitalización del
museo, Toby Haggith, en declaraciones al diario 'The Independent'. Pero
Hitchcock no lograba gestionar el horror de aquellas imágenes con
soltura y el montaje duró bastante más de lo previsto. "Cuando
finalmente terminó la película, las autoridades aliadas consideraron que
seguir restregando sus pecados en las narices de los alemanes no
ayudaría a la reconstrucción después de la posguerra, así que la película fue discretamente olvidada",
añade. Hitchcock tampoco hizo nada por su publicación y Bernstein
entendió que una oculta sensibilidad, escondida detrás de la ironía y la
flácida empatía del director de cine, había recibido un daño que era
mejor no remover, por lo que el proyecto no volvió a ser mencionado.
Seguirá siendo un secreto qué porcentaje de la obra es atribuible a
Bernstein, pero los expertos ven en su estructura el nítido perfil de
Hitchcock, que se distancia expresamente de la ficción, como si fuera
consciente de lo difícil que será en otro tiempo y en otro lugar creer
lo que está contando e insiste en presentar a testigos que dan su nombre
y apellidos, fecha de nacimiento, entrada y salida del campo, y fecha
en la que testifican, como si en lugar de hacerlo ante la cámara lo
hicieran ante un tribunal. El filme, en definitiva, convierte el
Holocausto en una prueba de cargo contra el pueblo alemán. "¿Quién es el auténtico responsable?",
pregunta inquisitiva la voz en 'off' ante el inhumano apilamiento de
restos camino a las fosas comunes. "¡Vosotros! Vosotros que habéis
permitido a vuestros líderes arrastraros a este horrible crimen.
¡Vosotros! Que no pudisteis hacer suficiente contra esta degeneración.
¡Vosotros! Que erais todos parte de este campo de concentración", acusa.
Siguiendo la estela de Hitchcock, estas mismas imágenes están siendo utilizadas por André Singer para elaborar un nuevo documental.
Ambas obras serán mostradas en festivales este año a principios de 2015
y serán emitidas por la televisión británica como conmemoración del 70º
aniversario de la Liberación de Europa.
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