Hasta los más grandes tienen un mal día. Y Quentin Tarantino tuvo ayer uno malo malo. Por culpa de alguien cercano a él, o -la versión que parece que el cineasta cree- por culpa del representante de un actor cercano a él, el guion de su nuevo proyecto, el western The hateful eight, se había filtrado
Quentin Tarantino hunde su propio proyecto por filtración del guión/elpais.com |
Y
ayer, en una entrevista con la web Deadline, tras confesarse "muy muy
deprimido", decidió cortar por lo sano: adiós al western, hará otra cosa: "Tengo diez ideas más en la cabeza".
Tarantino
es un personaje muy goloso para la web, llena de fans sedientos de
información sobre su idolatrado director. Ni tampoco era el primer guion
del director de Pulp fiction que se filtraba: en mayo de 2011 ya le ocurrió con Django desencadenado.
Tras el buen sabor que le dejó el rodaje de este western, Tarantino
decidió que su siguiente proyecto también se desarrollaría dentro de
este género, y que bebería de Los siete magníficos, y por tanto de su fuente original: Los siete samuráis.
Pero ya no será así -o al menos estos días, porque el mismo Tarantino dice en Deadline que
puede cambiar de opinión-. Y sin embargo sí lo publicará: ha empezado a
buscar editores. ¿Por qué? Porque alguien lo ha filtrado. El cineasta
enseñó el guion -"Un primer borrador, porque yo no pensaba rodar hasta
el invierno del año que viene"- a seis personas. Estaba tan en sus
inicios que no había hablado aún mucho con Harvey Weinstein sobre la
producción de The hateful eight. "Se lo di a uno de los productors de Django desencadenado,
Reggie Hudlin, que permitió que un agente fuera a su casa y lo leyera".
Tarantino le acusa de traición, pero aclara que él no es el culpable,
porque el libreto no salió de la casa. "Se lo pasé a tres actores, Tim
Roth, Michael Madsen y Bruce Dern. Sé que Tim no lo hizo, así que uno de
los otros dos dejó que su agente lo leyera y a su vez se lo pasara a
todo Hollywood".
Tarantino
descubrió la filtración porque su propio agente empezó a recibir
llamadas de representantes ofreciendo a sus clientes para una película
que al parecer era muy coral. Como el cineasta no había puesto marca de
aguas en las copias no es fácil saber de quién es la culpa, aunque él
sospecha de la todopoderosa agencia CAA, que lleva a Bruce Dern. "Ni
siquiera se lo había enseñado a Christoph [Waltz] o a Sam Jackson". A la
vez que The hateful eight, Tarantino estaba con otro guion, que estaba escribien do ante la lejanía del posible rodaje del western, del que no cuenta el género, así que será ese otro el que haga. "Si las musas me llaman para rodar posteriormente el western, lo haré". Lo que sí parece seguro es que Bruce Dern, tras su resurrección con Nebraska, estará en la próxima de Tarantino, sea cual sea, porque el cinesta se declara gran fan del actor, que ahora tiene 77 años.
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