El Napoleón de Kubrick o El hombre que mató a Don Quijote de Terry Gilliam fueron proyectos que llamaron la atención de los cinéfilos por la calidad de sus realizadores pero nunca vieron la luz de la pantalla grande
Napoleón de Stanley Kubrick./BBCMundo, revistaarcadia.com
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"Duna será como la llegada de Dios", dijo alguna vez el
cineasta chileno-francés Alejandro Jodorowsky, que además de sus muchos
méritos cinematográficos como El topo y La montaña sagrada
también se hizo famoso por su empeño —rayano con la obsesión— de
adaptar para el cine una exitosa novela de ciencia ficción llamada Duna.
Para ese empeño-obsesión, Jodorowsky contrató los servicios del
prestigioso ilustrador Moebius, le entregó la música a Pink Floyd y
había logrado convencer al pintor Salvador Dalí para que apareciera en
la película (cobrando US$100.000 dólares por cada hora de trabajo). Todo
se veía como un proyecto soñado: buen director, buena historia, música
de calidad y hasta un artista de prestigio en el reparto.
Sin embargo, por más de cinco años, Jodorowsky no logró sacar adelante
el proyecto por diversos motivos —conceptuales y de dinero— y con el
tiempo la suya se convirtió en una gran película que nunca llegó a
realizarse.
Pero no es la única: BBC Mundo le presenta la historia de otros proyectos que, como Duna de Jodorowsky, tenían todo para convertirse en clásicos del cine, pero jamás vieron la luz de una pantalla.
1. Napoleón por Stanley Kubrick
Si le preguntáramos a los cinéfilos cuál de los proyectos
cinematográficos inconclusos elegirían para que por fin llegara a las
pantallas, lo más seguro es que muchos, sino la mayoría, se inclinaría
por Napoleón, de Stanley Kubrick.
Durante años, y después de entregar su visión del futuro en 2001: Odisea al espacio, el excéntrico directo británico investigó la vida del emperador francés con la intención de llevarla a la pantalla grande.
Kubrick logró convencer a Oskar Werner, estrella de Jules and Jim,
para el papel de Napoleón y a Audrey Hepburn para que interpretara a
Josefina. Pero antes de empezar con el rodaje, el estudio MGM decidió
cancelar el proyecto por considerar que el presupuesto era
"prohibitivo".
En 2013, el director estadounidense Steven Spielberg le dijo a la
televisión francesa que él deseaba rescatar el proyecto de Kubrick para
realizarlo en un formato para TV y que podría ser dirigido por el
australiano Baz Lurhmann.
2. Caleidoscopio por Alfred Hitchcock
El maestro del suspenso quiso ir más allá en su carrera después de ver
el filme de Michelangelo Antonioni "Blow Up" y propuso hacer un proyecto
que tocara los límites de la violencia y el nudismo.
Después de ver la provocativa Blow Up de Michelangelo
Antonioni en 1966, el maestro del suspenso Alfred Hitchcock sintió que
el estilo de sus películas se estaba quedando en el tiempo.
Entonces decidió buscar un proyecto que fuera más allá, donde se
mostraran desnudos explícitos, violencia, erotismo con inclinaciones
homosexuales.
La historia estaría centrada en varias secuencias donde ocurrirían tres
asesinatos: uno se realizaría en una caída de agua, otro en un barco y
el último en una fábrica.
Aunque Hitchcock prometió que no costaría más de un millón de dólares,
el estudio Universal dejó pasar el proyecto y el legendario director
tuvo que guardar una hora de metraje de prueba, con el que se podría
hacer una gran película.
Su film de 1972, Frenesí, que trata sobre la violencia en contra de las mujeres, intentaría más tarde reciclar algunas de las ideas de la fallida Caleidoscopio.
3. Leningrado: los 900 días por Sergio Leone
Leone, el hombre de las películas del Lejano Oeste, quiso hacer una
cinta sobre el sitio de Leningrado, basándose en el libro del
historiador Harrison Salisbury.
Después de que terminó Érase una vez en América, en 1984, el director italiano Sergio Leone estaba detrás de una película de guerra.
Leone se había devorado el libro del historiador Harrison Salisbury, Los 900 días: el sitio de Leningrado, que hacía un recuento pormenorizado del frente Este durante la Segunda Guerra Mundial.
La historia iba a centrarse en un fotógrafo estadounidense —que
encarnaría Robert De Niro—, que de repente queda atrapado en la ciudad
soviética durante el asedio alemán.
Leone logró reunir US$100 millones en financiación y además el apoyo del gobierno de la Unión Soviética.
Todo estaba listo para empezar la filmación —de hecho ya estaba
confirmada la colaboración habitual de su amigo de infancia, Ennio
Morricone, en la música— cuando Leone murió de un ataque al corazón en
1989, a los 60 años.
4. En busca del tiempo perdido por Luchino Visconti
¿Cómo se hace para meter una novela de siete tomos en una película de
cuatro horas? Ese fue el intento fallido de Luciano Visconti con "En
busca del tiempo perdido".
El director italiano Luchino Visconti no era un novato en materia de
adaptar los clásicos de la literatura para el cine: en 1963 había
llevado a la pantalla grande la novela "El Gatopardo", de Giuseppe de
Lampedusa, con una duración total de tres horas y media.
Pero reinterpretar para el cine los siete tomos de En busca del tiempo perdido
de Marcel Proust parecía ser una tarea excesiva. Durante años, Visconti
se había pasado estudiando el libro y la vida del escritor francés en
París y Normandía y creía que podía hacer un largometraje de cuatro
horas.
Pero ese empeño significaba un presupuesto muy abultado y no pudo asegurar la financiación.
Un nuevo intento por reflotar la adaptación de la obra de Proust ocurrió
en la década del 70, a cargo del director Joseph Losey y con el premio
Nobel de Literatura Harold Pinter como responsable del guión, pero ese
proyecto también falló.
5. The Moviegoer por Terrence Malick
Durante su aislamiento en la década del 80, Terrence Malick encontró en
la novela "The Moviegoer", de Walker Percy, un buen motivo para volver a
dirigir, pero nunca llegó a la producción.
Después de que su épica Días del cielo se ganara a la
crítica en 1978, el director estadounidense Terrence Malick se retiró de
la vida pública, se instaló en París y estuvo mirando algunos proyectos
para realizar en los años siguientes.
La novela de Walker Percy, con una mirada existencialista sobre un
hombre alienado por su familia quien encuentra más sentido en las
películas y los libros que en la realidad, fue uno de esos filmes que
quiso realizar.
Sin embargo, Malick pasó de largo con la idea sin concretarla, pero no
descartó tomar algunos de los temas que toca la novela de Percy, que
introdujo en sus películas más recientes, El árbol de la vida, de 2011, y Deberás amar, de 2013.
6. El corazón de las tinieblas por Orson Welles
Después de su éxito en la radio con su "Guerra de los mundos", Orson
Welles recibió varias ofertas para producir películas y una de sus ideas
fue adaptar "El corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad.
Con su histórica transmisión de la Guerra de los mundos, que
había sacudido a las audiencias radiales en Estados Unidos, la
productora RKO le propuso a Orson Welles financiar dos proyectos, con
total independencia creativa, con la única condición de que se ajustara a
los presupuestos.
Para la primera película, Welles eligió adaptar la novela de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas. Welles se encargaría de interpetrar a Marlow, el narrador.
La idea era utilizar una cámara subjetiva, donde el espectador vería las
imágenes desde el punto de vista del narrador. Pero el proyecto resultó
muy costoso en su planeación, así que el director decidió concentrarse
en la otra película que podía hacer sin problemas: Ciudadano Kane.
7. Don Quijote por Orson Welles
Tras su gigantesco Ciudadano Kane, Welles le dedicó la mayoría de su
tiempo a producir y financiar la adaptación al cine de la maravillosa
obra de Cervantes, pero este proyecto nunca fue finalizado.
El corazón de las tinieblas no sería la última vez
que Orson Welles tendría que dejar atrás una película. De hecho, la vida
artística de este genial creador fue una continua serie de proyectos
inconclusos.
Una de las películas que intentó terminar muchas veces y que había
empezado en la mitad de los años 50 fue una versión modernizada del
clásico de la literatura hispana Don Quijote.
Aunque tuvo el apoyo de muchos amigos —Frank Sinatra invirtió US$25.000
en el proyecto—, nunca logró tener una versión finalizada de la
película. A pesar de ello, el material que fue filmado por Welles fue
editado después de su muerte y se ha presentado en varios festivales
alrededor del mundo.
8. El hombre que mató a Don Quijote por Terry Gilliam
Terry Gilliam estaba convencido de hacer una de las mejores versiones
del Quijote, pero los problemas con uno de sus actores y las
dificultades del terreno pusieron fin a su sueño.
Adaptar a Cervantes para la pantalla ha demostrado ser tensionante para el director Terry Gilliam. Su película El hombre que mató a Don Quijote,
que estaba en preproducción en 1998, trataba sobre un experto en
marketing que viaja en el tiempo hasta los días de Don Quijote.
Para esta película, Gilliam había escogido a Johnny Depp para el papel
de experto y al francés Jean Rochefort para el rol del hidalgo caballero
manchego.
La premisa de la historia era que cuando Rochefort viera aparecer a Depp
lo confundiera con Sancho Panza y le insistiera para que lo acompañara
en su aventura.
Pero desdeel principio la película tuvo muchos inconvenientes: cuando
comenzaron a rodar, Rochefort se vio aquejado por un fuerte dolor en la
espalda que ya no le permitió seguir filmando sobre el caballo, tuvieron
serios inconvenientes climatológicos y además ninguna compañía de
seguros quería cubrir el rodaje de la película.
Pero no todo fue en vano. Las escenas que se lograron filmar hicieron parte del documental Perdidos en La Mancha, sobre las dificultades que tuvo la producción.
En 2010, Gilliam intentó revivir su proyecto con Robert Duvall como
Quijote y Ewan McGregor como el experto en mercadeo, pero de nuevo falló
a la hora de encontrar financiación.
9. Ronnie Rocket por David Lynch
Estamos de acuerdo en que David Lynch no es el autor más comercial de
Estados Unidos, pero su proyecto "Ronnie Rocket" iba más allá de los
límites de las cabezas más experimentales de Hollywood.
Impresionados gratamente por la película de 1977, Eraserhead, de David Lynch, los productores Mel Brooks y Stuart Cornfeld se acercaron al realizador para que hiciera un filme para ellos.
La primera idea que les ofreció fue realizar Ronnie Rocket, una
historia original que trataba de un detective que viajaba a otra
dimensión y conocía a un adolescente, de menos de un metro de altura,
que necesitaba ser conectado a una fuente de electricidad después de
haber sufrido un percance quirúrgico.
Eventualmente, el adolescente se convierte en una estrella de rock,
llamada Ronnie Rocket. Aunque no haya necesidad de decirlo, este no era
un proyecto comercial, como el mismo Lynch reconoció en su momento.
En vez de este proyecto, Lynch aceptó dirigir un filme escrito por otra
persona y siguió el consejo de Brooks de adaptar la historia de El hombre elefante como su próxima película.
Pero el mensaje de Ronnie Rocket y los mundos interrelacionados los
seguimos viendo en las diferentes series y películas que Lynch dirigió
posteriormente, como Twin Peaks y Muholland Drive.
10. Una tragedia americana por Sergei Eisenstein
El genio detrás de "El acorazado Potemkin" viajó a Estados Unidos
buscando nuevas alternativas narrativas y en Hollywood le ofrecieron
realizar un proyecto.
A finales de los años 20, José Stalin y el gobierno soviético
calificaron a Sergei Eisenstein de "formalista" —por entonces un cargo
condenatorio—, lo que obligó al genial cineasta a viajar a otros
destinos para buscar nuevas formas narrativas, tanto en Europa
Occidental como en Estados Unidos.
En Hollywood se encontró con la admiración de Jesse L. Lasky, que
trabajaba en los estudios Paramount y le ofreció, en 1930, hacer una
película con un presupuesto de US$100.000, basada en la novela titulada Una tragedia americana, de Theodor Dreiser.
Seis meses más tarde, Eisenstein tenía un guión listo. Pero Lasky lo
encontró deprimente y decidió poner fin al contrato, lo que —en el marco
de una creciente presión anticomunista en California— significó para
Eisenstein un boleto de regreso a Moscú.
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