foto:internet.fuente:vive.inJuan Felipe y Carlos Esteban Orozco presentan su segunda cinta que se estrena el 12 de agosto
Juan Felipe y Carlos Esteban Orozco, director y guionista, se volvieron una fórmula popular en Colombia no solo porque su película de terror Al final del espectro fue acogida por el público (la vieron 315.000 espectadores), sino porque sus derechos fueron adquiridos por Nicole Kidman, quien producirá y protagonizará su versión en Hollywood.
Después de cinco años, Al final del espectro en formato gringo aún no se rueda -se sabe que se llamará Spectre y que la dirigirá James Wan (Juego macabro, 2004)-, pero los Orozco sí se siguen moviendo: reaparecen en las salas de cine con Saluda al diablo de mi parte, un ambicioso filme de acción que se estrena este viernes y es protagonizado por Édgar Ramírez (nominado al Globo de Oro y al Emmy por su rol de Carlos el 'Chacal'), Salvador del Solar y Ricardo Vélez.
"Queríamos contar la historia de un vengador que, por su obsesión, termina convirtiéndose en el peor verdugo", comentan a dos voces los Orozco, nacidos en Medellín, pero con mucho de costeños porque allí pasaron su juventud.
Aunque el contexto de la película salió de las noticias, se trata de un relato universal, que no solo les atañe a los colombianos. "Aunque utilicemos la ley de justicia y paz como arranque, es un relato sobre el círculo de violencia generado por la venganza y el perdón", comentan los Orozco, que estuvieron en Medellín, Cali y Bogotá presentando la cinta.
Esta, en la que prima el claroscuro, es el resultado de más de tres años de trabajo y de su obsesión por producir en Colombia una película de acción y suspenso al precio que fuera. "Somos unos maniáticos de la imagen -dicen respecto a la ambientación y a detalles del vestuario y maquillaje-. Queríamos que los sets comunicaran, que de verdad estuvieran involucrados con lo que siente el personaje en cada momento".
La historia es una sumatoria de escenas sórdidas, balaceras, indolencia, sangre y muerte, en las que nadie es inocente.
"Somos fanáticos de los villanos porque ellos hacen grandes las películas. El héroe es un personaje plano, bidimensional y silencioso, pero los villanos están llenos de matices, de contrastes, de emociones (...). El cine colombiano ha sido ajeno a crear íconos y a nosotros nos encantan. Ahora, ¿que de dónde sale tanta maldad? De nuestras cabezas retorcidas (risas). Quentin Tarantino dijo que el cine se inventó para dos cosas: para dar besos y para matar gente. Por ahora, nos hemos dedicado a la segunda".
Y con El diablo... querían hacer algo diferente. "El título de esta película es algo así como 'yo sé que tú y yo nos vamos para el infierno, ¡pero tú te vas primero!'. Es una idea que teníamos de no hacer blancos y negros, porque aquí todos son malos. Todos están condenados y lo saben", dicen.
Juan Felipe, de 33 años y diseñador, y Carlos Esteban, de 30 e ingeniero de sistemas, aún aspiran a llegar a Hollywood. Tienen en la mira un proyecto de ciencia ficción.
El costoso precio de 'el diablo'
En el 2008, cuando las cosas fluían sin problemas para Saluda al diablo de mi parte, un cambio de protagonista (iba a ser Marlon Moreno) y la ausencia obligada de su reemplazo, el venezolano Édgar Ramírez -para grabar Carlos-, a pocos días del inicio del rodaje, complicaron el asunto.
"Fue la experiencia más horrible y gratificante de nuestras vidas. Haber parado significaba la muerte del proyecto y de nuestras carreras a mediano plazo; quedamos debiendo mucho dinero y las cosas fueron muy difíciles. Sin embargo, aprovechamos ese año para reescribir toda la película y quedó mucho mejor (...). Habiendo conocido el infierno haciéndola, no podemos estar más contentos y agradecidos, porque todo lo que nos ha pasado ha sido por algo", cuentan Juan Felipe y Carlos Esteban Orozco.
El estar pendientes de todos los detalles en sus producciones y tener grandes aspiraciones cinematográficas les ha valido que, guardando las proporciones, los comparen con los Coen (Sin lugar para los débiles) o los Wachowski (The Matrix). "Aquí manda Felipe, que es el mayor -dice Carlos en tono de burla-. Mentira. Tenemos una relación muy chévere. Peleamos mucho, pero peleamos sabroso, de esas peleas de 15 minutos y ya, porque hablamos todo el día".
Con Sanantero Films (su productora) trabajan en las dos nuevas películas de Felipe Martínez (Bluff) y el drama Getsemaní, de Juan Carlos Beltrán.
La cifra
1,2 millones de dólares fue el costo aproximado del filme. Parece un presupuesto austero para un filme de acción, pero fue suficiente para lograr una historia de gran factura.
Acción para exportar
El género de acción ha sido poco visitado en el cine local, sobre todo por sus costos. Los hermanos Orozco tomaron el riesgo y le apostaron a 'Saluda al diablo...', que se verá en EE. UU., Francia, Reino Unido y Alemania, entre otros países, gracias a Maya Entertainment y Celluloid Nightmares.
Video:
Saluda al diablo de mi parte, Making Of
Detrás de cámaras de la película colombiana 'Saluda al diablo de mi parte'
Video:
Saluda al diablo de mi parte
'Saluda al diablo de mi parte', la nueva película de los hermanos Orozco.
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