El reconocido actor vuelve a la dirección con The Conspirator,
película estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto,
Canadá
El actor Robert Redford, quien ha asumido el rol de director nueve veces a lo largo de su carrera. Cortesía: Lions Gate y Romar Media.fuente:elespectador.com |
Como una leyenda viva, el nombre de Robert
Redford ya forma parte de la mejor historia del cine. Y el solo hecho de
entrevistarlo justifica viajar especialmente hasta Toronto, Canadá,
donde exhibió por primera vez la película The Conspirator, aunque para
el resto del mundo todavía no tenga fecha de estreno. Él ni siquiera
aparece en cámaras porque, al menos por esta vez, sólo prefirió ocuparse
del rol como director y productor para contar su propia versión de la
supuesta conspiración detrás del asesinato de Abraham Lincoln.
¿Es
verdad que alguna vez dijo: “Como director no me apreciaría tanto como
actor, y como actor no me apreciaría tanto como director”?
Es genial, pero no lo dije.
¿Pero es cierto?
Lo
cierto es que yo no lo dije. No sé de dónde habrá salido. Parece una
locura. No sé dónde habré estado en ese momento, pero debe haber alguna
prueba que verifique que estaba en otro lado, seguro. No creo que yo lo
haya dicho. No tiene sentido.
¿Tampoco es tan solitario como dicen?
Es
un rumor que llevo sobre los hombros desde que me mudé a Utah. Como
todos seguían viviendo en Hollywood, yo era el solitario. Pero no lo
soy, me encanta estar rodeado de personas y amigos. Es cierto que luché
por cuidar mi privacidad durante mucho tiempo. Y supongo que trabajé
tanto para conservarla que terminé cansándome y las cosas resultaron
mucho más fáciles, no hace mucho, cuando acepté que mi profesión supone
la atracción por lo personal.
¿Y en cuanto a la atracción física? ¿Al mirarse al espejo entiende a las millones de mujeres que han soñado con usted?
Si
algo aprendí de mi familia fue evitar los halagos en primera persona.
Me criaron con cierta ética en la que el narcisismo y el egocentrismo
nunca fueron bienvenidos.
¿Pero al menos le agradan los elogios en tercera persona cuando vienen de las mujeres?
Hoy,
con la edad que tengo, puedo decir que sí me halagan. Si el placer es
mutuo, mejor todavía. Pero no era así hace veinte o siquiera diez años
atrás. Supongo que el cambio tiene que ver con la madurez y el hecho de
poder celebrar lo que significo para la gente, en vez de tratar de
negarlo o pedir perdón por caerle bien a alguien.
En las playas de
Santa Mónica nació Charles Robert Redford Jr., el 18 de agosto de 1936.
El padre solía trabajar como contador de la petrolera Standard Oil y la
madre, Martha Hart, ya había fallecido justo cuando Bobby Redford
empezó a estudiar actuación en la Academia Americana de Artes Dramáticas
en Nueva York.
Robert Redford ni siquiera había tenido sus
primeros trabajos profesionales como actor, cuando se casó en 1958 con
Lola Van Wagenen, la madre de sus cuatro hijos (el mayor, Scott,
falleció de bebé por muerte súbita; la siguiente, Shauna, ya lo
convirtió en abuelo; el tercero, Jamie, hoy es guionista, y la menor,
Amy, es actriz).
En el perfil profesional, Robert Redford debutó
como actor en un programa de juegos de TV, en el que se suponía que
tenía que cobrar 75 dólares, aunque prefirió aceptar a cambio una de las
cañas de pescar que entregaban como premio.
Los roles fueron
mejorando con las series de TV más conocidas de la época, como Maverick,
Perry Mason, Los intocables y Route 66. Pero la fama, en realidad,
llegó bastante tarde, cuando a los 32 años protagonizó la película Dos
hombres y un destino.
Comparable con la popularidad actual de Brad
Pitt o George Clooney juntos, Redford generó una lista interminable de
éxitos con las películas El golpe, Nuestros años felices, El gran
Gatsby, Los tres días del Cóndor, Todos los hombres del presidente, El
novato, África mía, Propuesta indecente o Juego de espías, por sólo
nombrar algunas. (En la época de la película El novato, también se
divorció de Lola Van Wagenen y recién el 11 de julio del 2009 se casó
con la pintora Sibylle Szaggars, aunque desde hacía cinco años vivían
juntos).
Perseguido por el éxito, la primera vez que decidió
dirigir una película, con Gente corriente, Robert Redford terminó
ganando el Óscar como mejor director, además de recibir una segunda
nominación por dirigir la película El dilema. En 2002 le entregaron un
Oscar honorario por haber creado el prestigioso Festival de Cine
Sundance. Esta vez eligió otro festival de cine, en Canadá, para
estrenar la película The Conspirator.
¿Qué lo llevó a filmar hoy una historia como el asesinato de Abraham Lincoln en la película ‘The Conspirator’?
Lo
más importante es que la historia en sí misma es algo que muy pocos
conocen. Hablo de lo que realmente pasó dentro de lo que ya se sabe
sobre el asesinato de Lincoln. El tema de la supuesta conspiración, poca
gente la conoce.
Lo que intenta revivir Robert Redford con la
película The Conspirator es la verdad detrás de la única mujer que fue
acusada de la conspiración detrás del asesinato de Lincoln. La película
también muestra cómo la ‘conspiradora’ acusada, con todo el país en
contra, sólo pudo confiar en su abogado, descubriendo que la posible
inocencia era sólo una carnada para capturar al único conspirador que
escapó de la justicia: su hijo.
El elenco lo componen Justin Long
(el novio de Drew Barrymore, para más datos); James McAvoy (el escocés
de Se busca) y Kevin Kline (en un rol muy diferente al de La pantera
rosa). El papel protagónico es de Robin Wright.
A la hora
de elegir el elenco, ¿tuvo que pensar en aquellos que podían tener
cierto ‘look’ de aquella época o influyeron otras razones?
Uno
de los grandes desafíos era lograr el sonido como una proclamación, con
gente hablando con cierta postura, sin que sonara como alguien que lee
forzado. Y por otro lado, necesitábamos ser auténticos sobre el estilo
que se hablaba en aquel entonces. Yo tuve que encontrar el balance
también en el nivel personal, con la libertad del idioma. ¿Cómo podía
mostrar los personajes lo más reales posible? Haciéndolos
contemporáneos, al mismo tiempo que daba cierta legitimidad a la forma
diferente de hablar. Por eso pensé en acentos europeos, porque en aquel
entonces todavía no existía una gran separación de nuestra cultura con
Europa.
¿Cómo llegó a pensar en Robin Wright para el rol
estelar de la conspiradora? ¿Hubo algunas otras opciones que descartó o
ella fue siempre su primera elección?
Yo siempre quise a
Robin Wright como protagonista. También James McAvoy. Fueron mis
primeras opciones y yo mismo los llamé y vinieron. Eran actores a
quienes les interesaba el rol, pero también eran los que a mí me
interesaban.
¿Y Kevin Kline?
A Kevin Kline
le dije que su personaje me parecía maravilloso y que no sería tan bueno
si no le dábamos un punto de vista expresado claramente. Quisimos
mostrar una historia legítima, pero también queríamos mantener cierta
simpleza, sin pasarnos a un lado propagandista. Como en el final cuando
decimos: “En tiempos de guerra, la ley sigue al silencio”. Es un tema
para debatir, pero yo quise mostrar el problema que surge cuando el
interés nacional (de encontrar un culpable) se vuelve un interés
especial y la moral termina distorsionándose.
¿Ser el productor de la película facilita o complica su trabajo como director?
El
desafío pasa por el trabajo físico, con el presupuesto tan bajo que
tuvimos. Significa que los horarios del rodaje también estaban ajustados
y por eso necesitaba trabajar con actores lo suficientemente buenos
como para responder en los momentos emotivos importantes. Yo siempre
prejuzgo las actuaciones. Son ellos los que le van a dar vida a la
historia, y como era una película muy personal, queríamos que lo fuera
todavía más dándole una resonancia emocional que quedó en manos de los
actores. Y pienso que este elenco es muy bueno. No puedo estar más
satisfecho con el excelente trabajo que hicieron.
¿Cómo evita que sus propias ideas políticas no choquen con la verdadera historia del asesinato de Lincoln?
En
este caso tuve cierta bendición porque no tuve que hacer nada. Todo
estaba planteado por los hechos históricos. A lo mejor, en películas
anteriores, pude haber forzado algún punto, políticamente hablando. Pero
esta vez no fue necesario. La historia tiene una serie de vueltas. Nos
vamos repitiendo. Ahora mismo vivimos en una confusa condición, con
ansiedades y miedo. Y lo mismo pasó 150 años atrás. Pero la historia
siempre se repite. No tuve que buscar ninguna propaganda o ciertos
aspectos políticos. Ya estaban ahí. El público se encargará de sacar sus
propias conclusiones. A mí sólo me interesó la historia personal. La
política, para mí sólo pasaba por esa persona (acusada de la
conspiración). Por eso no ocupé mi mente en el otro aspecto, porque ya
estaba dado con los hechos históricos.
¿Lo sorprenden los paralelos que existen entre aquella época y la actualidad?
Es
otra razón por la cual quería hacer esta película. Los paralelos que
existen entre ayer y hoy son obvios. Pero esa no es la historia que
queríamos contar. Será cuestión de ver si los críticos o el público los
descubren por sí solos. Nosotros no necesitamos contar nada nuevo. La
historia ya se ocupó de eso.
ROBERT EXCELENTE ACTOR SI SIGUE TRATANDO DE SER EL JOVENCITO ESO YA SE ACABO YO LE PEDIRIA AHORA COMO DIRECTOR QUE SE ACERQUE A LA VERDAD JESUCRISTO Y HAGA ALGO DE CONTENIDO Y VALOR PARA LA JUVENTUD HOLLYWOOD HACE TIEMPO QUE SE DEDICA CUAL MODERNA BABILONIA A PROMOVER LA VIOLENCIA LA CORRUPCION Y LA MUERTE LOS CRIMENES Y ASESINATOS SON LA BASE DEL CINE Y ESA MUGRE ESTA CONTAMINANDO AL MUNDO DEJANDO DE LADO VALORES Y DESTRUYENDOLOS CAMBIE SR REDFORD Y COLOQUESE AHORA DEL LADO DE LA LUZ
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada. Gracias y felicidades.
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